Hechos 1:7
El que conduce este
Semanario, no es ateo, quienes nos leen, saben de nuestra posición filosófica. Nos
hemos declarado siempre como CRISTIANOS PRÁCTICOS con acciones y no con apariencias.
Este año, como no se recuerda otros tiempos,
al menos, hablamos de hace más de 36 años que tiene vigente este vocero, nunca
hubieron tantos pronósticos ni tantos científicos y meteorólogos que se
arriesgaron a poner en jaque a la humanidad con anuncios tremendamente
apocalípticos.
Que, teniendo a la mano el LIBRO SAGRADO DE
LA VERDAD, nos referimos a la Biblia, no podríamos dejar de revisar sus
contenidos más relevantes para entender mejor el apocalipsis que se anuncia;
por lo que, en la presente ocasión, con la certeza que nos da, sostenerse en el
Libro que contiene LA PALABRA DE DIOS y viendo los apuros de los gobiernos y
sus autoridades para protegerse, con cuantiosos desembolsos, nos atrevemos con
la firmeza sólida de nuestras convicciones a retar a los que tanto se preparan,
para decirles que todos los esfuerzos que se están haciendo para impedir
catástrofes geológicas, tragedias humanas, urbanas y agropecuarias, con la
participación de los más renombrados geólogos, ingenieros, arquitectos, meteorólogos,
etc., cuánto desearíamos estar equivocados; pero, DEFINITIVAMENTE, todos
sabemos, la furia de la naturaleza ES IMPREDECIBLE. Simple ejemplo: El
terremoto del año 1928 ¿Quién pudo predecirlo? ¿Quién pudo pronosticar que se
abrirían enormes grietas cuyas señales aún quedan en el cerro de la Curva del
Diablo (Siempre Viva) y una de esas grietas en Bellavista Viejo hasta hace
pocos años? ¿Quién pudo predecir que el caudaloso río Marañón se secaría frente
a Bellavista por cuatro horas debido a esas grietas? Que el curso de la
quebrada de Jaén cambiaría? Etc. Nadie pudo predecirlo. «Porque el día y la
hora, nadie sabe...»
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario