Parece que Amazonas en sus gobiernos regionales, no siempre ha tenido suerte y terminan divididos, enojados y hasta se convierten en enemigos.
Sabemos que en POLITICA, la amistad o la lealtad valores muy sublimes, NO SE CUENTAN y quienes empezaron creyéndose el uno al otro, estuvieron equivocados.
Esto es lo que estamos viendo en esta gestión que preside el empresario Gilmer Horna Corrales, que siempre aparecieron en escenas juntitos, de la mano, hablando casi los mismos discursos con su vicegobernador Carlos Navas del Aguila, hasta que el bichito de la mezquindad afloró en alguno de los dos y podrían terminar su gestión como los peores rivales y enemigos.
Pésimo ejemplo para sus gobernados que no esperaron verlos divididos y enfrentados, con la visible desventaja que el VICE GOBERNADOR no es el titular y seguirá siemepre alpié de don GH.
Entre los motivos que se pudieron percibir para esta quiebra de sociedad política, habría sido los excesivos deseos de figuretismo del VICE, pretendiendo elevarse por encima de su principal, lo que no le fue permitido y otro más, los excesos de Navas con la minera AFRODITA al extremo de firmarle una resolución de concesión, la misma que fue rectificada y sus autores separados del cargo, arremetiendo el VICE con denuncias consideradas infraternas en medios de prensa capitalina acusándolo de malos manejos y corrupción sin que haya podido probar o demostrar nada de lo que dijo.
Resultados de esta confrontación: el vice con su sueldo reducido a la mínima expresión, hasta cinco procesos penales en camino y una marginación casi total, a tal punto que daría la impresión que Navas del Aguila no existe, excepto para un grupillo de sus ayayeros, de esos que nunca faltan.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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