Hay un enorme motivo para que los peruanos pensantes salgan de su invernadero y se pongan en guardia ante lo que está sucediendo en lo que siempre se consideró COLUMNA VERTEBRAL DEL ESTADO, el Congreso de la República.
Un poco más y llega al borde de la tragedia con un desbarajuste sin precedentes que no es poco, si se tiene en cuenta la irresponsabilidad de su manejo, como que le dieron un tanque de guerra a un chimpancé y por poco arruina a todo el país.
Muy lamentable la situación de la HIJA DEL ASESINO Y LADRÓN Alberto Fujimori, a donde vino a parar. Logró una abrumadora mayoría histórica en el Congreso, para hacer lo que nadie pudo; pero, sus ambiciones, su inexperiencia social y sobre todo, su falta de valores cívicos y morales la fue llevando al despeñadero; en palabras de una de sus integrantes la congresista Maritza García: Keiko Fujimori «se dedicó únicamente a velar por sus intereses» y aquí la tienen en el centro de las noticias nacionales e internacionales, está siendo juzgada junto a otros 10 más por integrar una ORGANIZACION CRIMINAL, que hasta en el transcurso de la extensa exposición del Fiscal Domingo Pérez sustentando su pedido para que vaya 36 meses a la cárcel como prisión preventiva, al cierre de la presente, todo parecía indicar que difícilmente se salvará; por sobre los doce abogados que ha contratado para que la defiendan, más los «extras» contratados que gritan frente al local donde se la juzga, nada de ello, al parecer podría torcer o negar los palpables hechos que están saliendo a la vista, a los que además se adhieren las renuncias y descomposición total de lo que aún le siguen llamando «partido político», que se suman a la causa nacional que defiende el referido fiscal; si Ud. ingresa a las redes sociales o tiene contacto con los medios de prensa físicos o digitales, en todos fluye el descontento nacional con un rechazo al 77% a sus actos corruptos cuya máxima expresión delictiva salió a luz, con la manipulación humillante que les hace a sus congresistas vía watsap sometiéndolos a sus órdenes y torvos caprichos, al mismo estilo que hizo su padre. Hechos nunca antes sucedidos en nuestra política nacional.
Salvo mejor parecer...
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