No he podido ocultar mi asombro al enterarme que los bíblicos deseritos de Egipto, en los que ni una lagartija, ni un oasis pudieron existir, ahora sean enormes bosques de pinos, álamos, eucaliptos, papiros y otras especies vegetales que requieren de poca humedad pero que dan abundante sombra. Realmente ¡Admirable, sensacional!
Esta iniciativa de los gobernantes egipcios se puso en marcha hace más de una década, debido a una simple observación y un poco de ingenio por parte de los técnicos, al ver que las aguas residuales se iban al vacío desperdiciándose miles de metros cúbicos, tal como sucede en varios países y en especial el nuestro con sus lagunas de oxidación. En ese país del continente africano, 80 millones de egipcios se abastecen de las aguas del divino río Nilo, esas aguas una vez usadas se desperdiciaban desde hace miles de años, SIETE MILLONES de metros cúbicos eran desperdiciadas, hasta que por fin, (la necesidad aprieta), se les prendió el foquito de la gran idea y aunque parezca mentira, en la actualidad, sus territorios desérticos de este bíblico país, inahitables e incultivables en un 95 por ciento, vean ahora lo que está sucediendo:
Se han «fabricado» (si es que mejor cabe la expresión) un total de 34 bosques a lo largo del país, desde las ciudades norteñas de Ismailia y Sinaí, hasta las zonas turísticas del sur, como Luxor y Asuán, con un total de 71,400 kilómetros cuadrados de bosques en pleno verdor, lo que equivale a la superficie total de Panamá o de Irlanda, un poco más y equivale a la superficie de nuestro país (Perú). Además, según los planes y proyectos del gobierno egipcio, hay otros diez bosques en proceso de «construcción», que suman un total de 18,600 kiolómetros cuadrados ¡Qué bestia! (como dice mi hermano Beto).
Según el jefe del equipo técnico de agrónomos, el objetivo es lograr «forestar» (aquí no cabe el término reforestar), UN MILLON DE KILOMETROS CUADRADOS, claro, eso sucederá cuando pasen más de 50 años. La mayoría de plantas cultivadas son selectivas, después que se toma la decisión de plantarlas, son ellas las que seleccionan la cantidad de nutrientes y de agua que requieren para sobrevivir. Generalmente son árboles de madera, también están introduciendo la siembra de granos o cereales aptos para la producción de combustibles, como la jojoba, girasol, soja, etc. Para empezar a forestar, lo primero que hicieron es el análisis de suelo, luego la del agua residual que es abundante en nutrientes, mucho más que las aguas no servidas; previamente pasa por una depuración para eliminar los elementos contaminantes.
Con este hecho, que no deja de ser sensacional, de enormes magnitudes y repercuciones mundiales, ya podemos estar traquilos con la inmensidad de territorios cubiertos de arenas que tenemos en la costa desde Piura hasta Tacna; aunque ya han empezado forestarlos, no con árboles, sino, con cultivos agroindustriales como caña de azúcar, maíz, alcachofa, paprica, espárragos, entre otros, como podrán comprobar quienes viajen de Chiclayo a Chepén, a los costados de la Panamericana y de Trujillo hasta Chimbote, los espacios desérticos se van estrechando debido a la tecnología agrícola que LA NECESIDAD ha empezado a acelerar iniciativas agraristas que hasta hace unos diez años, mencionarlas, habría sido una utopía. Egipto nos está dando lecciones y por supuesto que Israel no se deja y también está en pleno proceso de enverdecer sus arenas y es más, aquí, ya «fabrican» los aguaceros con lluvias artificiales. Hay muchos países incluído el nuestro que están envíando técnicos a Israel y a Egipto para efectuar Pasantías, con lo que dentro de poco, los caudales de todos los ríos de la sierra y ceja deselva, serán vaciados a las costas del Pacífico, para terminar con la escasez de productos alimenticios, no importa que no se consuman en Perú; pero se estará contribuyendo a la alimentación mundial que tanta necesidad tiene para abastecerse de productos alimenticios.
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