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miércoles, 18 de enero de 2012

Otro asalto en Puesto policial de Santa Rosa


Hemos tenido que esperar hasta el último día útil de esta semana (viernes) para escribir el presente informe, como suelen decir en la PNP «tras un paciente trabajo de investigación» (en nuestro caso es real), con un minucioso recorrido por la ruta que siguieron los asaltantes, hasta Santa Rosa de allí regresar por Puentecillos Huallape-Jaén.

HIPOTESIS VARIADAS

Puesto que no podemos afirmar con certeza y será la policía la que se encargue de poner fin a las diversas especulaciones en el sentido que:
1).-Fueron terroristas
2).-Delincuentes comunes
3).-Narcoterroristas
4).-Por venganza, etc.
Lo cierto es que, los cinco muertos producto del bestial ataque, pusieron a Jaén ante los ojos del mundo en todos los medios de difusión, escrita, virtual y televisada. Lamentablemente no se enteraron de nuestras bondades, si no de las maldades que desde hace algún tiempo se vienen recrudeciendo.

LOS HECHOS

La tranquila población de Santa Rosa de la Yunga, que alberga un promedio de 4 mil habitantes, se reponía después de haber celebrado a su estilo y según sus costumbres, las festividades de año nuevo, con muchas alegrías, reuniones y fiestas, teniendo en cuenta que la mayoría son cafetaleros y ganaderos, en los bolsillos de sus pobladores siempre sobra «un sencillo» para celebrar.
El DOMINGO 8 de enero, fue un día de «para», sin el bullicio del domingo anterior, aquí la vida nocturna no es como en otros lugares, la mayoría se recoge a sus hogares a dormir temprano; fue en esas circunstancias que se rompió la noche cuando eran aproximadamente las 9.30 p.m. Llegaron en tres motocicletas, fueron cinco, cuatro asaltantes ingresaron violentamente al local con chalecos antibalas y fuertemente armados, uno se ubicó al frente para dirigir desde fuera o ubicarse como «campana» descargando disparos nutridos (una vecina nos dijo que creyeron que estaban quemando castillos otra vez). Salieron de sus casas los que viven cerca a la comisaría policial y se anoticiaron que allí era la balacera «son terroristas», se decían entre sí, muy asustados, unos intentaron acercarse al local policial, otros por miedo permanecieron retirados, pero atentos a lo que sucedía. Se deduce que el ataque duró un promedio de 15 a 20 largos minutos para silenciarse después tras la huída de los malhechores. Los primeros en llegar fueron un grupo de ronderos, con sus palos y algunas escopetas. De entre ellos salieron voces para perseguirlos, pero al darse cuenta de la superioridad en armas, prefirieron dar aviso inmediato, así como a conocidos medios de prensa. Nosotros fuimos des perta dos a las 10.20 p.m.; 40 minutos después llamaba nuestro colaborador de Bagua Grande, posteriormente de Bagua Chica. Llamamos al Comisario PNP Jaén 11.15 p.m. ya estaba por Huayape, con un contingente armado rumbo a Santa Rosa. Esa noche la pasamos en vela, monitoreando los acontecimientos, recepcionando informes. Pasada la tempestad, al tercer día hicimos el necesario recorrido y aquí tienen este resumen muy apretado de todo lo sucedido y casi TODO lo NO sucedido; porque después de los hechos, no faltaron los metiches roba-cámaras que en situaciones como éstas, sacan la cabeza para opinar, pedir o protestar.

SANGRE Y SEVICIA

En primer lugar quedó confirmado que los asaltantes pasaron por el «guaro» de Rentema, sin motocicletas, posiblemente las pasaron temprano. Llegaron en dos grupos en tres motos lineales: una negra, una roja y una «Pulzar». Todo lo tenían preparado y llegaron a cumplir su cometido.
Procedieron con sevicia. Sevicia se llama a la crueldad excesiva y eso fue lo que hicieron los facinerosos, casi inimaginable el actuar enfermizo de los delincuentes, diríamos con certeza, ¡SE PASARON!.
Seguros que los tenían a mansalva, los tres únicos efectivos policiales al interior, en una noche de rutina, acostumbrados a la tranqui lidad pueblerina. Dos con sus mujeres viendo televisión en habitaciones separadas, un tercero, en los lavatorios lavando su ropa, en sandalias uno y los otros con zapatos. Así los cogieron, con la violencia brutal que estilan los cobardes cuando están armados y tienen a sus presas aseguradas.
No les dieron tiempo para nada, hablaron con el revólver y apuntaron disparando a la cabeza. Su búsqueda desesperada por todos los ambientes eran las armas ¡Dónde están ! preguntaron a la única sobreviviente. La esposa del comisario, que llevó la peor parte: reducidos los dos primeros y casi al mismo tiempo un «patadón» violentó la puerta de la habitación donde estaba el comisario Armando Barrantes Hurtado junto a su esposa Martha Guerrero Cieza y su menor hijo Miuler Daniel Barrantes Guerrero (13), como impulsado por un resorte se levanto y enfrentó a golpes al intruso, su arma de reglamento, no la tenía. De inmediato el otro asaltante le propinó tres disparos, uno a la cabeza por la parte posterior con salida por la cara y dos en cada una de las piernas quedando en posición de cúbito dorsal. Ante tales hechos y en cuestión de segundos, la esposa con su menor hijo atinaron a esconderse debajo de una de las camas. Los criminales preguntan por las armas, que al no obtener respuesta positiva rebuscaron por todos los rincones levantando los colchones y las hallaron. Narra la sobreviviente que su hijo no pudo ocultarse bien y se le veía su cabecita, fue allí que le dispararon sin piedad, luego de escuchar la orden del cabecilla ¡Mátenlos a todos! Mientras que los otros hacían lo mismo con los dos suboficiales más, a José Vásquez Cubas idem, lo sorprendieron en su habitación con su compañera Noira Callirgos Suárez, (18) en estado de gestación de tres meses, según informes, ambos miraban tranquilamente la televisión en una de las habitaciones, a estos les dispararon defrente sin promediar palabra alguna, mientras que al Suboficial Milton Tandaypán Castañeda lo cogieron lavando su ropa en la parte posterior de la comisaría, le ataron las manos y antes de huir le dispararon en la cabeza.
Pasada la primera tempestad, la sobreviviente por milagro, Martha Guerrero Cieza, esposa del Comisario Barran tes Hurtado, en su desesperación por salvarle la vida a su hijo salió despavorida llevándolo a la posta médica, pero fue demasiado tarde, el niño dejó de existir.
Los facinerosos huyeron según se sabe, en direcciones distintas amparados por la oscuridad de la noche.

ESTADO CALAMITOSO PNP

En nuestro afán de indagar los más amplios y minuciosos datos, en medios policiales, nos enteramos del estado CALAMITOSO en el que se encuentra nuestra institución tutelar que antes estuvo dotada con equipos de radio hoy, no tiene ni palos para quemar y se comuniquen con señales de humo.
Peor aún, los atacantes estuvieron enterados que en Santa Rosa, la señal para celular es muy irregular, y no coge en cualquier lugar. Simple referencia que los delincuentes deben estar mejor informados y saben que en otros lugares como Poma huaca, Colasay, Sallique, etc., están lo mismo o peor; por eso les resulta más fácil asaltar a la policía que al común de las gentes.
Pero no solamente MEDIOS DE COMUNICACION A DISTANCIA. La comisaría de Santa Rosa no tenía ni siquiera un piajeno para el patrullaje o para casos de emergencia Y EN EL COLMO DE LOS COLMOS, cuando el Coronel Jefe policial de Jaén fue informado de los hechos, se sabe que el SOS le llegó desde Chiclayo, al disponer la movilización de los vehículos policiales de Jaén, las camionetas nuevas que ya mismo se convierten en chatarra, no estuvieron en condiciones para desplazarse por la ruta Huayape-Puentecillos-Santa Rosa. Las lluvias deterioraron la ruta, muy baja la plataforma, el fango las detenía en todo momento, los efectivos que viajaron tuvieron que meter «punche» para sacarlos, de otro modo hubiesen dormido en la ruta enfangados. Llegaron cerca de las dos de la madrugada.
OTRO inconveniente y no por machismo, se sabe que los fiscales no quisieron ir a la hora requerida para el levantamiento de los cadáveres. EL MOTIVO una de las fiscales «ES MUJER» debería esperarse hasta que amanezca, felizmente fueron persuadidos y se fueron de no muy buen talante.
OTRO INCONVENIENTE ADICIONAL: LOS BALSEROS DE HUAYAPE, uno duerme en este lado y el otro, en el otro lado. No querían levantarse para pasar al convoy policial, fue necesario usar la fuerza verbal para conminar a uno de estos a que los pase. (pero si se tratara de cargas no muy legales cuando de por medio hay un buen billete, eso sí, a cualquier hora).
Con todos estos inconvenientes llegaron los fiscales «antes del amanecer». Por lo que el Ministerio Público de Jaén, debería ser más cuidadoso para la designación de fiscales y evitar estos problemas que obligan marcar distancia y optar por el machismo.

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