Desde nuestra óptica, en
materia de SEGURIDAD CIUDADANA a nivel nacional, por todo lo que acontece,
convendría optar por la conocida alternativa «¡Sálvese quien pueda!»; por mucho
que se pretenda articular acciones desde el Gobierno Central, sus efectos no
nos alcanza y los gobiernos locales, siguen batallando a puro punche para
tratar de frenar la avalancha delincuencial que nos avasalla.
Concretamente en Jaén, Bagua o Utcubamba,
somos conscientes del enorme esfuerzo que hacen sus autoridades locales; pero
como decimos líneas arriba A PURO PUNCHE o A FUERZA BRUTA.
Los responsables de Seguridad Ciudadana, pueden tener desbordante
entusiasmo y deseos por conseguir eso que tanto reclaman los peruanos; pero sus
acciones se perciben como que están
dando PALOS DE CIEGO. No dudamos que tienen planes, proyectos, estudios, etc.;
pero totalmente DESARTICULADOS, metidos en el túnel sin que se pueda vislumbrar
ninguna luz ni al comienzo ni al final.
Ya es bastante el arrojo, la valentía, por
ejemplo de nuestro Director de SC Jaime Olaya, nos consta sus enfrentamientos
enfrentándose a lo peor; pues la delincuencia ya sabemos cómo responde. No se
puede seguir exponiendo a funcionarios al sacrificio o a la muerte: se olvida
que Seguridad Ciudadana somos todos ¿Cuál todos? Incluyendo a los de las
tribunas que sólo están para la pifia? ¿Dónde están las Juntas Vecinales? ¿Las
rondas, esas no politizadas que no tengan el chaleco del «MAS»? La PNP aún
mantiene sus distancias en este reto, cuyos promotores no imitan, por ejemplo a
los pobladores de El Agustino en Lima, con sus alarmas en cada esquina. A pesar
que vivimos en un mismo barrio, una misma ciudad, la mayoría no nos conocemos,
ni sabemos que muchas veces al delincuente lo tenemos como vecino.
Salvo
mejor parecer...
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