Hablar o comentar de la provincia de Condorcanqui es sólo para referirse a su capital Santa María de Nieva, donde la aparente prosperidad está llegando a raudales; PERO, desde que llegó su carretera y por partida doble; es decir, de un lado por Urakusa y del otro, por «Juan Velasco», como un ramal de la ruta que va a Saramiriza, habiendo quedado Nieva como el puerto fluvial principal para llegar hasta Ecuador sin problema alguno.
Sin embargo, estos avances han colocado en la despensa o almacén de las postergaciones al distrito históricamente MÁS IMPORTANTE que es; si miramos sus potenciales recursos. Cenepa tuvo relievancias de grandes dimensiones cuando el vecino país del Norte nos asediaba desde lo alto de la Cordillera hoy, llamada «Del Cóndor» y no por el deseo de quitarnos aquella montaña ni su paisaje nada agradable para el turismo, si no, por su riqueza incalculable en el mineral más preciado de la humanidad EL ORO y esto es lo que nuestros estadistas al parecer, lo están des preciando. Este es el motivo para que a los tan mencionados dueños de sus territorios que encierran esa inmensidad de riqueza los tengan condenados a la postergación definitiva, exactamente igual como cuando llegaron los europeos al Tahuantinsuyo.
El Ecuador con gobernantes más inteligentes no perdió tiempo y colonizó ese territorio fronterizo, repoblándolo y construyéndole carreteras que salen de Loja-Zamora-Nagarizta-Mirador del Cóndor hasta Paquisha, línea fronteriza con nuestro país en el distrito de Cenepa. En un recorrido que hicimos hace algunos años, pudimos observar las numerosas cavernas o socavones en todos esos cerros del territorio ecuatoriano, que es exacatemente lo que desde ese país sus pobladores hacen en nuestro territorio, agregando a ello las conceciones (7) a la minera canadiense. Nadie quiere ir por allí, porque se camina tres días y si se habla de carretera, es el «sanbenito» que nadie quiere tocar.
Nororientalmente: EL DIRECTOR.
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