El miércoles último, le dieron el último adiós al que fuera por más de 20 años JEFE DE LA OFICINA DE CONTROL INTERNO de la Municipalidad Provincial de Jaén CPC Roiser Guadalupe Fernández.
Motiva esta reflexión, a propósito de esta irreparable pérdida de un profesional, funcionario y docente, dentro del criterio generalizado en la conciencia popular que NO HAY DIFUNTO MALO.
En vista que nos consta de las ojerizas, detracciones y rechazos frecuentes a su actuación y hasta publicaciones en su contra. Desde luego, muy natural desde el punto de vista de las exigencias laborales; No se tuvo en cuenta su delicada salud, tal como el mismo difunto (ahora) lo sostuvo en un documento que presentó el año pasado (3 de marzo 2016) al despacho de alcaldía pidiendo algunas prerrogativas en el control de su asistencia «en vista que desde hace cinco años», venía haciéndose control de glucosa; es decir, padecía de diabetes, que cada vez deterioraba su salud. Tal situación le modificó su estado anímico en todos los aspectos, a tal punto de generarle finalmente intenso hipo que le causó la muerte. Que hubo negligencia descuido en Essalud, este no es el motivo de nuestra reflexión, simplemente que varios de los que ahora sostienen que fue una persona «muy noble y gran compañero de trabajo»; estarán golpeándose el pecho, un tanto arrepentidos, porque no supieron comprender sus males y no le dieron en vida la consideración que hoy le dan, cuando ya no está.
EL DIRECTOR.
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