El martes úlltimo 21 de noviembre, los amazonenses conemoraron 185 años de su creación política como «departamento» (ahora es REGIÓN), distinción política que les hizo el general republicano Agustín Gamarra, como reconocimiento a su lucha por liberarse del yugo español.
Cortaron su dependencia de la Intendencia de Trujillo y desde aquel tiempo, más que una repartición territorial fue clerical, porque su obispado también se inició en aquella fecha por la gran influencia del precursor de la inepdendencia nacional el Obispo Toribio Rodríguez de Mendoza.
Este año, se ha notado cierta descentralización para estas celebraciones, toda vez que mencionar Amazonas era sólo para referirse a Chachapoyas como su capital y como se observa, han surgido otras ciudades de mayor auge poblacional como Bagua Grande y la que era «capital» simplemente está quedando como un pueblo más, sin proyección ni espacios para su evolución, el hecho de haberse asentado en la planicie de aquella cordillera, carece de áreas para agricultura, ganadería e industrias. Que, de no ser por la centralización administrativa burocrática, hace tiempo esta «fidelísima» ciudad se habría reducido a un simple poblado.
Pero hay algo más que con el tiempo los cha chapoyanos, representados por algunos clanes familiares tradicionales que ya están en extinción, empiezan a ver con desdén el repunte de las otras provincias (de las siete que son), emergen Utcubamba, Rodríguez de Mendoza y ahora Condorcanqui. Es decir, la marcha del progreso se dirige al Norte con su polo de desarrollo Santa María de Nieva y para su infortunio, JAEN entró a tallar para mermarle el auge, con su aeropuerto de Shumba por donde llegan numerosos turistas para visitar los atractivos arqueológicos de Kuélap, que tampoco están en la provincia capital que es Chachapoyas, si no en Luya, de modo que como todo lo que nace, crece y desparece, podría ocurrirle eso a la otrora «gran capital» de los Sachapuyos.
El Director.
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