Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 14 de mayo de 2018

TERMINÓ EL DIA DE LA MADRE?

  Extraordinaria nota escrita por el Prof. Eleodoro Roncales V., a quien le cedemos gustosamente este espacio:

    Quiero escribir estos párrafos un día después del día de la madre, para refrescar aquellas memorias frágiles, débiles y endebles, las cuales celebran sólo el segundo domingo de mayo, ahora que los flashes se apagaron, cuando todos regresamos a las labores rutinarias, hoy que las actuaciones en los colegios y entidades públicas concluyeron, hoy que los hijos se siente henchidos de amor maternal por celebrar tanto y visitaron a sus madres más que por sentimiento, por obligación, sin analizar o recapacitar el valor de una madre, hijos que después de ese día simplemente se olvidan de ese ser extraordinario, que nos quiso desde cuando estábamos en su vientre, sin habernos conocido nos prodigaba su inmenso amor y estaba dándonos los primeros cuidados con su amor a prueba de todo. Que esperaba que naciéramos para tenernos en su regazo, primeros sentimientos de amor inquebrantables que se iniciaban con un vínculo de adhesión maternal que cada día se fortalece y se hace más compacto hasta lograr que su vástago pueda cuidarse por sí solo.
 El mejor pintor de todos los tiempos, el compositor más eximio a través de la historia, el escritor más connotado de todo el orbe, el artista más destacado en la faz de la tierra y mortal alguno no podrá describir, analizar y explicar con precisión y detalle, el sentimiento de amor que una madre derrocha con su retoño, un amor tan sincero, tierno, sublime, dulce, leal, puro, cristalino, noble, real, que cualquier calificativo sería insuficiente para reconocer verdaderamente esa energía inmensa que ellas poseen, que inclusive puede desafiar la misma fuerza telúrica y provocar reacciones inexplicables, pues basta con un abrazo o un beso para sentirnos los hijos más dichosos del mundo, es que, ese sentimiento contiene dosis incalculables de amor, ternura y cariño que sólo una madre puede dar.
 Cómo no querer abrazar a mi madre, hoy que la tengo tan lejos, que está en lo inconmensurable del infinito, en la lejanía de lo desconocido, en el mundo inmaterial de los mortales, viviendo en un lejano espacio espiritual; pero también está en lo más recóndito de mi ser, en lo más cercano de mi pensamiento, en mis oraciones de cada día, en el recuerdo diario cuando evoco su imagen, en cada sonrisa impregnada y en la feliz y bendita frase que me emociona diariamente, como recuerdo 
del deber cumplido como hijo, a pesar que quise emular el ejemplo de amor que prodigaba, pero creo que sólo lo intenté, no pude ni siquiera alcanzar los escalones inferiores de corresponder a su amor y diría que sólo ella podía lograr la grandeza de lo imposible, sólo ella llenaba el vacío espiritual de sus hijos, solo ella era fuente inagotable de cariño, sólo ella demostró que no hay barreras que impidan un amor diáfano, sólo ella hizo todos los días primaveras, sólo ella venció al horario con su trabajo, sólo ella ignoró la envidia, sólo ella alcanzaba la gloria en la tierra, sólo ella conciliaba con lo adverso, sólo ella venció lo imposible, sólo ella ignoró la envidia, el egoísmo y el rencor, todo eso eres tú madre mía; por eso te fuiste para enseñar la docencia de la vida en otros mundos como lo hiciste en la tierra, tanta fue tu luz que iluminaste nuestros caminos, como fue tu valentía en los días difíciles que nos enseñaste a luchar en la vida, tu espíritu interior querías traslucir a la gente que te rodeaba, parece que esa energía te sobraba y querías compartirla, eras dulce, eras tierna, eras bella, eras bendita, eras divina, eras santa y hoy que evoco tu figura tierna y apacible, mi sentimiento se quiebra al recordar cómo tu enfermedad cercenó los hilos más sensibles de mi ser, mi corazón se partió en mil pedazos, mi cuerpo se desintegró en el éter abstracto de la atmósfera, mi alma quería seguir tu rumbo precipitado, a mi ser lo habías taladrado con el diamante más fuerte que existe, el dolor se regocijaba en todo mi cuerpo, mi alma estaba divagando por el espacio y se había desconectado de la realidad, desafortunadamente la tristeza me  venció, mi mente volaba en el aire queriendo seguir tu destino, se había perdido, se había ido para siempre y lloraba tu partida, el mal como siempre, había triunfado, sólo quedó en tu memoria, tener la fortaleza para enfrentar el dolor, mantener latente los ejemplos que dejaste, bregando y luchando para lograr lo que uno quiere y lo que tú queráis para tus hijos.
  Por eso hoy que evoco como todos los días tus recuerdos, hoy que se terminó la publicidad del día de la madre, hoy que las persianas festivas se cerraron, hoy que las ofertas comerciales concluyeron, hoy que el hijo ingrato se olvidó de su madre, hoy que no existen más regalos, hoy que esperamos el próximo año para visitarla, hoy que celebraste ese día para cumplir con la sociedad, hoy que estás lejos de ella, hoy que no compartes su envejecimiento, hoy que rehúsas a darle una alegría, hoy que no llamas por teléfono, hoy que respiras aires de modernidad sin su abrigo, te exhorto, no seas mezquino con el ser que te dio la vida, no te prives de darle con todo el amor del mundo un abrazo, un beso, una caricia, una dualidad de interrelación expresada desde su vientre, reafirma tu amor por ella, no te retraigas en tus sentimientos y exteriorízalo, sin tapujos, sin miedos, sin reservas, sin privaciones con mucha sinceridad, sólo así comprenderás el verdadero amor por una madre y quizás descubrirás un sentimiento potencialmente guardado que todos los días quisieras experimentar, como yo lo encontré en el transcurrir de mi vida.
 Muchas felicidades para todas las madres  todos los días del año, para mi vieja Minda que está en el mundo ignoto de lugares extraños, pero que también está en mi corazón y es la luz que guía los firmes pasos de mi vida.

es el mejor hijo del mundo», expresión que ...
(SIGUE EN LA PÁGINA 10)

No hay comentarios:

Datos personales