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lunes, 28 de noviembre de 2011

Puerto Ciruelo: atraco perfecto

«Si así hacen a los policías ¿qué nos queda?...


Era el comentario que flotaba en la ciudadanía tras el asalto y robo que perpetraron una banda de delincuentes, el sábado pasado (19-11-011) al promediar las a 10 de la noche, circunstancias en las que en este movido puerto sus pobladores se dedican a las diversiones pueblerinas, tragos, juegos de casino (timba), bailes, etc.

Por todo lo sucedido, existe la certeza que los asaltantes, que aún no se sabe bien si son delincuentes comunes o terroristas, éstos, les hicieron reglaje minucioso a los seis policías destacados en el puesto policial, sabían perfectamente que en esos fines de semana el jefe (teniente PNP) viene a Jaén, los otros, también a pasarla con sus familiares y sólo se queda uno, por sorteo o por conveniencia. Ese día le tocó al Sub Oficial Brigadier PNP EYBER SUXE CALDERON (40), a quien «lo visitaron» se sabe por datos extraoficiales, entraron dos primero, con el pretexto de formalizar una denuncia, acto seguido se le abalanzaron e ingresaron dos más, lo maniataron, no sin antes encañonarlo y propinarle algunos golpes «para ablandarlo», habiendo tomado el control de la situación, con patas de cabra rompieron armarios y sacaron lo que hallaron, especialmente los CINCO FUSILES, cuatro serían G3 y una AKM, también se llevaron cacerinas, granadas, bombas lacrimógenas, chalecos antibalas y borseguies.

Con la puerta cerrada, se vistieron de policías, sacaron el patrullero y bajaron al puerto, para pasar en la balsa cautiva, con el factor a su favor que el embarcadero carece de iluminación y en la penumbra pasaron como los policías de siempre, un pedido de pase urgente «por emergencia», el balsero solícitamente los pasó, pese a la hora inapropiada y muy bondadoso no les cobró nada (siempre colaborador con los jefecitos?). La camioneta la abandonaron a la entrada de Tamborapa, puesto que todo ello estaba en su «hoja de ruta» bien estudiada y a esa hora, los disfrazados de policía le tocaron la puerta al transportista Segundo Otilio Velasco Bocanegra, les solicitaron sus servicios urgentes con el argumento que llevaba un detenido a Jaén y les proporcionen apoyo con su station wagon. Un tanto incómodo, aceptó la petición, pasaron el «control» (entre comillas) de Ambato Tamborapa, lugar en el que los policías solamente suelen estar atentos cuando pasan camiones con madera y ya saben para qué. Por eso no se fijaron en ese autito conocido por ellos y pasaron; pero no llegaron a Jaén, se desviaron por el Cruce Shumba, rumbo a Guayape.

En este trayecto, ya habían maniatado otra vez al dueño del vehículo al que le vendaron el rostro y llegaron al puerto con el mismo argumento consiguieron el pase del balsero, para continuar por Puentecillos-Santa Rosa-Puerto Rentema. Posiblemente al promediar las 5 de la madrugada, el secuestrado antes de llegar al puerto pasando el último caserío, aprovechando un descuido se lanzó del vehículo y fugó por los matorrales, dribleando las balas que le dispararon, afortunadamente no fue alcanzado, momentos después lanzaron el auto al río Marañón, que felizmente no cayó en lugar torrentoso y profundo, pues quedó visible y esa pista sirvió para que los persigan.

70 policías

Nuestro Corresponsal en Bagua, manifiesta que eran un promedio de 70 policías los que se desplazaban en una especie de convoy de guerra, lo mismo por el lado de Bagua Grande - Cajaruro. La persecución desde Jaén era comadada por el Jefe policial de Jaén Crl. Julio Ramón Cadenillas, siguiendo las huellas frescas llegaron al poblado de Copallín y de allí al caserío de Yuhuana. En este lugar, según informes policiales, ubicaron la guarida de los facinerosos produciéndose un intercambio de disparos incluyendo una granada que lanzaron y por poco impacta en el cuerpo del Coronel PNP Ramón Cadenillas, cayó abatido un presunto integrante de la banda, respondiendo al nombre de CARLOS CALDERON SANCHEZ (21), logrando recuperar un fusil G3; pero los demás se dieron a la fuga; posiblemente por una de las rutas a Puerto Naranjitos y de allí por la ruta «FBT» hacia Tarapoto, según se dio cuenta posteriormente, habiendo perdido por ahora, todo rastro de los facinerosos.

Otro secuestro en Cajaruro

Los facinerosos en sus desesperada huída, por el centro poblado La Libertad cogieron por sorpresa al transportista Milton Jesús Tarrillo Suárez a quien lo encañonaron, lo maniataron y le llevaron su stationwagon por una de las rutas a Puerto Naranjitos, interviniendo el único policía del puesto policial de Cajaruro, Sub Oficial Brigadier José Chozo Sandoval y rescató al secuestrado, persiguiendo a los asaltantes, uniéndose al contingente que había llegado de Chiclayo y Jaén, finalmente les perdieron el rastro.
Posteriormente se escucharían las explicaciones y declaraciones al periodismo con las ya conocidas frases «están identificados»; en «24 horas caerán», etc. lo cierto es que este atraco, al igual que tantos otros de los que en estos lugares ocurren con cierta frecuencia, siguen siendo casi perfectos y se pierden en el tiempo y la impunidad. Nada se ha dicho de los policías de la comisaría asaltada que descuidaron su deber.

MINISTRO DEL INTERIOR NOS CONFUNDIÓ

Cuando llega el Ministro del Interior a Bagua dos días después, no quiso referirse a estos hechos, puesto que el motivo de su llegada era otro, que desde luego estaba muy vinculado a este problema: Seguridad Ciudadana.
Terminó por confundir a la opinión pública, cuando declara insinuando en Cajamarca que los fusiles que robaron en Puerto Ciruelo posiblemente hayan sido trasladados a los pueblos en conflicto y que, podrían ser utilizados en enfrentamientos y que si hay disparos y heridos con esas balas, se podría culpar a la policía.
Son cuatro fusiles y una AKM que están en manos de delincuentes comunes o terroristas, además de otros pertrechos, chalecos antibalas y uniformes.
La situación es gravísima.

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