Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 28 de noviembre de 2011

Una cosa es con guitarra...


No cabe duda que los campesinos de las provincias afectadas por la actividad minera en Cajamarca, están mostrando al mundo lo que les quedó tras la muerte de Atahualpa cuando por el oro también se levantaron en diversos lugares de la serranía.
El oro en Perú, como en Arizona o Texas de los Estados Unidos o como le sucedió al navegante Hernando de Magallanes, siempre ha sido sinónimo de codicia y muertes. Cajamarca no podría ser la excepción.
En este contexto, el antes candidato Ollanta Humala, contagiado de la euforia candidatera, más el entorno de sus asesores, creyó ver fácil montarse al toro haciendo la del vaquero del Oeste, dominarlo y salir airoso «¡Déjenme gobernar!», está pidiendo...
Tanto Ollanta como todos los que candidatearon y gobernaron, hicieron de la mentira un nuevo estilo a tal punto que en la pasada campaña electoral se produjo una especie de contrapunto de ofertas: tal candidato ofrecía algo, el otro también, alguien ofreció construir mil colegios, el otro, 1500, etc.
Estamos viendo la cara que está poniendo el ahora presidente (ya no candidato) y no sabemos cómo saldrá de este embrollo, que nadie duda, los cantos de sirena, los ofrecimientos y halagos de la derecha con sus empresas mineras, también penetraron en su humano corazoncito; pues no imaginó que en materia política, no debería confiarse ni en su madre ni sus hermanos y mucho menos en socios advenedizos, (como los que tuvo Pizarro en la Conquista) que terminarán por lanzarse encima, como lo están haciendo hoy, Carlos Tapia, por ejemplo uno de sus voceros y su principal asesor, que acaban de sacarlo del entorno; pero también se subió al carro de las multitudes el congresista cajamarquino Jorge Rimarachín y se puso al lado del presidente Regional, habló en el estilo y lenguaje de Patria Roja y así, van a seguir saliéndole más cuervos para sacarle los ojos a quien les dio cabida en sus filas.
Y es que, en circunstancias como éstas, lo que cuenta no es el compadrazgo ni el partido político. PARA LOS CAMPESINOS, es la liberación de la sentencia a muerte por hambre y sed y para los políticos, es la brillante oportunidad de abanderarse como los redentores que van a salvarlos de esa muerte por hambre y sed.
¿Cómo apoyar al campesinado sin apoyar a los oportunistas? He ahí el dilema.
A don Gregorio Santos le llega como del cielo esta ocasión cuando tiene ad portas una revocatoria; a los otros, la brillante oportunidad de enraizarse más como líderes para seguir manteniendo sus joyerías y privilegios ya consabidos, mientras que los campesinos seguirán su interminable villacrucis, que si Ud. amigo lector como yo u como otros, tuviéramos prolongada existencia, recordaríamos que hace cien años tenían los mismos problemas con hacendados y patrones, cien años más atrás, peores problemas con los invasores y ahora 200 años después, véanlos cómo siguen.
¿Quien les engaña que una vieja estructura social y política se cambia con la elección de un nuevo presidente nacional o regional?
Esto es lo que nos preocupa quienes no vemos votos en cada campesino.

Salvo mejor parecer.

Nororientalmente:

EL DIRECTOR.

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