Por Elizabeth
Hinostroza
Servindi, 18 de noviembre,
2013.- La Federación Internacional de la Diabetes (FID) reveló en su sexto
atlas que la población indígena es más vulnerable a la diabetes por su
desventaja socioeconómica, su falta de acceso a la atención y marginación que
sufren. Sin embargo, algunas poblaciones indígenas que aún viven un estilo de
vida muy tradicional, tienen una prevalencia relativamente baja.
El documento refleja la
especial carga de la diabetes en pueblos y comunidades indígenas que
representan más de 370 millones de personas en 90 países; más del 5 por ciento
de la población mundial.
La diabetes, enfermedad crónica que aparece
cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no
utiliza eficazmente la insulina que produce, es un mal que con el tiempo daña
muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y vasos sanguíneos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
indica que existen dos tipos de diabetes: la de tipo 1, que se caracteriza por una producción deficiente
de insulina y, por ello, requiere la administración diaria de esta hormona; y
la de tipo 2, que representa el 90 por ciento de los casos mundiales, y que se
debe a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.
El informe de la FID, revela
que la diabetes tipo 2 se está convirtiendo en un importante problema de salud
en las comunidades rurales de los países de ingresos bajos y medianos, donde
las comunidades indígenas se encuentran entre las más vulnerables.
En el mundo, los estudios han demostrado de
forma consistente el impacto severo de la diabetes entre los pueblos indígenas,
así como los problemas crónicos de salud a los que enfrentan estas comunidades,
indica el recopilado.
A finales del 2013 la diabetes habrá causado
5.1 millones de muertes y generado un gasto de US$ 548 mil millones en
tratamientos y otros asuntos relacionados, señala el mismo informe.
A los 382 millones de
diabéticos actuales, de los cuales el 46 por ciento no sabe que la padecen, se
añaden otros 316 millones de personas con problemas de tolerancia a la glucosa
que tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes.
Pese a la falsa creencia de
que la diabetes es una enfermedad de ricos, el 80 por ciento de los diabéticos
actuales vive en países de bajos o medianos ingresos.
En la lista de los 10 países con más
personas diabéticas en términos absolutos, EE. UU. está en tercer lugar, detrás
de China e India, con 24.4 millones; Brasil, en cuarto lugar, con 11.9
millones; y México, en sexto, con 8.7 millones.
Por edades, la franja con más
enfermos es la de los 40 a los 59 años, pero la realidad es que cada vez hay
más diabéticos jóvenes y más mujeres embarazadas que desarrollan la enfermedad,
lo que hace aumentar las probabilidades de que sus hijos también la sufran.
Se calcula que veintiún
millones de mujeres que darán a luz en 2013 habrán desarrollado diabetes en el
embarazo.
En Norteamérica y el Caribe anglófono,
incluyendo a México, hay 35 millones de diabéticos, un 27% de ellos sin
diagnosticar, y en Centroamérica, Cuba, República Dominicana y Suramérica, 24
millones, de los cuales un 24 por ciento no sabe que lo es.
En Europa son 56 millones
(36% sin diagnóstico), en la parte norte de África y Oriente Medio, 35 millones
(48 %); en el resto de África, 20 millones (62 %); en el Sudeste asiático, 72
millones (49 %), y en el Pacífico Occidental (China, Japón, Australia,
Filipinas, Nueva Zelanda y otros países), 183 millones (54 %).
Ninguno de los 10 países donde más ha
aumentado la prevalencia de la enfermedad en personas de 20 a 79 años es
europeo ni americano, pues son Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, islas Marshall,
Kiribati, Tokelau, Nauru, Estados Federados de Micronesia, Vanautu e Islas
Cook.
Pero en la lista de los 10
países con más personas diabéticas en términos absolutos, EU está en tercer
lugar, detrás de China e India, con 24,4 millones de enfermos, Brasil en cuarto
lugar, con 11,9 millones, y México, en sexto, con 8,7 millones.
Alemania
es el único país europeo en esa lista, con 7,6 millones de diabéticos. Norteamérica y Europa gastan más que las
otras regiones juntas en prevenir y tratar la diabetes. A pesar de que la
incidencia de la enfermedad crece en el Sudeste de Asia y en África, el gasto
de ambas regiones es menos del 1 % de los 548 mil millones de dólares que se
gastan globalmente. La mayor proporción
de muertes debidas a la diabetes en personas de 60 años o menos la tiene África
(76 %), seguida del Sudeste de Asia (55 %). En Centroamérica y Sudamérica es
del 44%. “Ningún país escapa a la
epidemia de diabetes”, concluye el informe.
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