Uno de sus primeros ensayos como alcalde
mafioso y desde allí empezó la repulsa del pueblo, fue el haber encementado la
calle (Aguarunas) en sus primeros cien días de gestión, para revalorizar el
edificio de su propiedad que en un comienzo lo proyectó como un emporio
comercial al estilo «Real Plaza» y le puso «Jaén Plaza».
Antes que lo concluya empezó a vender puestos
o galerías con enorme despliegue publicitario; pero por su ubicación poco
estratégica, no tuvo acogida.
Mientras tanto, por su lado, la Universidad Nacional
de Jaén, empezaba a buscar un local apropiado en el centro y se interesó por lo
que fue el camal municipal, cedido para el banco de la Nación que no lo
utilizó; versiones no oficiales trascendía de la negativa sistemática del
Alcalde para cederle a la UNJ dicha área para que construya sus oficinas
administrativas.
Trascendió también que como presidente del
llamado COMITÉ DE APOYO A LA UNJ, el alcalde habría iniciado un lobby
sistemático para convencer que el edificio más adecuado sería el suyo («Jaén
Plaza»). Gestiones van reuniones vienen, hasta que se habría concretizado este
GRAN NEGOCIO entre el alcalde y la UNJ hasta que está a punto de concretizarse
este GRAN NEGOCIO como primer fruto de las vivezas del alcalde al haberlo revalorado encementando las calles
del entorno de dicho edificio, que para ese fin viajó el presidente de la
Comisión Organizadora (entre otros motivos) a traer un equipo de arquitectos de
Piura y como se dio cuenta, la camioneta de la UNJ sufrió un aparatoso
accidente y se encuentra encargada en un taller de Chiclayo desde hace varias
semanas y que por el miedo que les hicieron tener a los dirigentes
estudiantiles ahora no hacen protestas ruidosas como hasta hace poco.
Lo cierto es que, con ausencia total de
escrúpulos y en una transacción nunca antes vista, este alcalde estaría
concretizando su primer GRAN NEGOCIO
producto del hurto de cemento al pueblo para darle mayor valor agregado
a sus propiedades.
Así como no esperó que pasen unos meses de
su gestión para encementar esas calles, tampoco esperó que culmine su período
para que haga sus negocios, la voracidad es la brújula que guía a este
corrupto, que no solamente se ha conformado con vender las áreas de recreación
del pueblo, también el cemento en las calles para fines netamente mercantiles.
Pero este no sería el único faenón de este
bambamarquino si no que va más allá de
los extremos casi inconcebibles e insospechables en los que se coloca para
acrecentar más sus riquezas, con la complacencia de un pueblo atontado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario