La Universidad Nacional de Jaén otra vez está en el centro de la llamarada y el bullicio público salpicada de revoltijos, protestas, gritos y hasta insultos contra quienes asumieron la responsabilidad de dirigir sus destinos.Tal situación a quienes conocemos su historia, que costó más de 30 años para lograrla y ver ahora cómo la enlodan, nos causa profunda decepción, pena o ira, contra quienes, pudiendo hacer algo para reencausarla, se cruzan de brazos, se hacen los ciegos y sordos como que estuvieran nuestras autoridades en otro mundo o en otro país.
Desde que entró en funcionamiento con Resolución Nº 647-2011-CONAFU de fecha 21 de diciembre de 2011, empezaron también sus problemas; primero con el CONAFU, con los directivos designados, después vendrían los pedidos para cambios y más cambios y se sigue pidiendo más de lo mismo.
Particularmente nos indigna la inexplicable indiferencia de las instituciones locales, Municipalidad, UGEL, entre otros; ese FRENTE DE DEFENSA que pretende protestar por cojudeces que no son de su incumbencia, ignorantemente desvían de su atención de un problema que debe ser FUNDAMENTAL, que realmente merece salir a las calles y gritar a todo pulmón para DEFENDER LO QUE TANTO NOS COSTÓ. No es posible que a esta casa superior de estudios, se la tome como un objeto de lucro. Universidades como la de Chota, Chachapoyas, vean las tremendas infraestructuras que han construido y no nos explicamos que aquí en Jaén se siga en simples proyectos, pese a que tiene como apodo «DE LOS BRAVOS PAKAMUROS»; sin embargo, como estamos viendo, en la práctica nos comportamos como un rebaño de cobardes genuflexos, convenidos indiferentes, con lo que, lo más seguro que le espere es que esos más de 30 años de esfuerzo y lucha, se clausuren y volver a la nada cuando logren el cierre de la UNJ.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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