Demostrado
ha quedado, en menos del tiempo imaginado: dos altos funcionarios de su entorno
gubernamental, es más que suficiente para entender: el primero un traficante
embustero que quiso enriquecerse a costa de los peruanos que padecen
enfermedades. Y en el reciente caso, OTRO, designado como MINISTRO DE DEFENSA,
abogado Mariano González, con furtiva duración en el cargo por haber cometido,
no un GRAN ERROR, si no UN ERROR
SIMPLE; cuando suele ocurrir en estratos administrativos de bajos
niveles; pero un señor Ministro que se aproveche del cargo para colocar a su
enamorada como su asesora con un sueldo por encima de los 10 mil soles...Eso ya
es un brutal despropósito que pinta la total improvisación de este gobierno y
nos pone en jaque a todos los peruanos porque nos está mostrando que no tiene un
equipo competente de asesores que le pongan filtro a las propuestas para ocupar
cargos de primera línea y conste que estos grandes tropezones que están
saliendo en los medios de comunicación, son los que suceden EN PALACIO; habría
que imaginar en el resto de los organismos del gobierno central, más allá de
PALACIO, en las regiones del país, etc...
No cabe duda, estamos empezando una gestión
gubernamental que podría llevarnos al despeñadero y que los «platos rotos» los
pagarán los de los sectores más vulnerables, no los otros. Por eso nos
preocupan estos deslices e improvisaciones que darán origen a desbordes
populares, conflictos y trifulcas con represiones y más crisis, social,
económica y política.
A eso apuntan estos desaciertos y no nos
digan que con la OTRA que no ganó hubiésemos estado mejor. Pues como se viene
observando sus actuaciones en el Congreso, este período gubernamental está
marcado con el signo de la descomposición y desbarajuste de todo lo poco que se
avanzó.
Una verdadera tragedia política nacional que
en casi 200 años de trajinar por la ruta de una supuesta independencia, hemos
hecho la del camarón o del cangrejo: todo para atrás.
Salvo mejor parecer...
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