Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

martes, 6 de junio de 2017

CUANDO LAS PAMPAS DE EL REPOSO SE CONVIRTIERON EN CREMATORIO

  Escribe:
 S. Alejandro Carrascal C.)

  Que el presente testimonio reiterativo ojalá sirva para contribuir en algo al esclarecimiento de una verdad, escamoteada, velada y empañada, a punto de desaparecer para se sustitu ída por libretos direccionados a seguir protegiendo la impunidad.
  Jamás se borrarrá de mi recuerdo, el hecho de haber sido impedidos un grupo de periodistas para cruzar la travesía desde la Curva del diablo, hasta El Reposo»; quisimos indagar qué era lo que se quemaba entre esos matorrales. Un fuerte cordón policial lo impidió, durante CUATRO DIAS.
  Lo que dio motivo a diversas especulaciones, siendo la más persistente, ésa que no se quiere decir: fueron una especie de HORNOS CREMATORIOS A CIELO ABIERTO, para desaparecer toda evidencia o vestigio que comprometa a los autores de tan infausta batalla campal.
  Téngase en cuenta que los efectivos policiales que participaron para atacar a los protestantes indígenas, no estuvieron armados con varas, si no CON METRALLETAS, armas de largo alcance, que la consigna fue: DISPARARAR  A MATAR. 
  Que, extrañamente, las comisiones investigadoras solamente han dado cifras de desaparecidos de muy dudosa credibilidad.
  Que este semanario tuvo informantes nativos en el mismo escenario de los hechos, vía celular nos ponían al tanto de todo lo que pudieron captar, incluyendo el retiro o fuga de aquel escenario, por la parte alta del sector Cayaltí, toda esa travesía, hasta Bagua Grande para refugiarse en un local parroquial de la Av. Mesones Muro B. Grande.También desde Imacita.
  Que pasada la trifulca, desde el interior de nuestra selva de Cenepa y Condorcanqui, se reportó la desaparición de por lo menos NOVECIENTOS NATIVOS  de ambas etnias y también mestizos.
  Posteriormente fuimos publicando las aventuras y penurias que pasaron los que fugaron del escenario del conflicto, ocultándose entre los montes para llegar al río Marañón, permanecer ocultos en el día y por la noche en palos (balsas improvisadas) bajar hasta antes de llegar a EL MUYO, para luego desplazarse a campo travieza por los bosques de la margen izquierda del río y llegar a las primeras comunidades nativas de ese sector.
  ¿Cómo pudiereon escapar? ¿Cuántos lograron salvarse? ¿Cuántos no llegaron a sus comunidades? Los helicópteros peinaban la zona. Los testimonios que recogimos fueron por demás dramáticos.
   La Comisión investigadora conformada el 9 de setiembre (3 meses después), integrada por 7 comisionados:  Susana Pini lla Cisneros; Ricardo Alva rez Lobo; Walter Gutiérrez Camacho;  de otro lado:  Jesús Manacés; Carmen Gómez Calleja;  Pilar Maz zeti Soler; Manuel Berna les siendo elegido presidente de esa comisión: Jesús Manacés. Se recuerda y obra en nuestro poder dicho informe, totalmente distor sionado, motivando un INFORME EN MINORÍA. ¿Se pudo llegar a un esclarecimiento  real?

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