Lo que en la Biblia está escrito, no es pura literatura. Como dijo el Papa Francisco, son referencias que sirven para ilustrar y aunque sea difícil admitir, eso de Abel y Caín del Génesis, allí los tenemos a los hijos de un presidente delincuente: Keiko y Kenji Fujimori. Dos hermanos enfrentados con insultos y ataques abiertamente, dando un triste y escandaloso espectáculo a la ciudadanía, como el más condenable ejemplo para los jóvenes y las nuevas generaciones.
Nos ocupamos de este desagradable caso, muy lejos del quehacer político; porque ésto, vá más allá de eso que le llaman «política»; aquí entre estos modernos caínes aflora la miseria moral más indigna, que es LA ENVIDIA, las ansias de poder, el delincuente de su padre les hizo creer que habían nacido predestinados para gobernar con solamente llevar el apellido oriental extranjero japonés.
Lo curioso de este espectáculo nefasto es que los medios de prensa han dejado de lado los temas de farándula y sexo para ocuparse de este par de morbosos que también tienen su público y sus seguidores.
En las escuelas y colegios, debería sugerirse ocuparse de estos delincuentes, para mostrar a los estudiantes el poder corrosivo de las bajezas y mezquindades humanas.
Todo esto está llevando al país a la más grande crisis gubernativa, repitiéndose la historia de los vladivideos, ahora, los «KENJIVIDEOS».
La vergüenza nacional ya no tiene cabida en la mente, sólo nos queda expresar nuestra rotunda condena a este par de desvíados.
El Director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario