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martes, 10 de julio de 2018

BOTICAS Y FARMACIAS EL ESCÁNDALO QUE MUCHOS CALLAN

(Fuente de datos DISA-JAEN: 
el comentario es nuestro)
  Cualquiera que visite  Jaén,  pensaría que es una ciudad poblada por  enfermos en cuidados intensivos, graves en recuperación y sin esperanza de sanarse, cuando a cada paso hay una farmacia o botica con medicamentos al alcance y medida del bolsillo de los enfermos.
 Nos hemos quedado perplejos revisando los datos del registro de establecimientos de expendio de medicinas (boticas, farmacias, droguerías, etc) y solamente en la ciudad existen registradas: 105 boticas, 10  farmacias, 12 droguerías y un almacén «especializado» de la DISA. En Jaén, distritos: 60 boticas. EN SAN IGNACIO CIUDAD: 14 boticas 3 farmacias: DISTRITOS Y CASERÍOS: 72 boticas.
  En esta lista no se incluye a muchos caseríos y centros poblados con incontables bodegas donde vende medicinas a ojo de buen cubero, por ejemplo Shumba Alto y Bajo,  y otros de la periferie, idem de Tamborapa, Ambato hacia arriba, etc. Puerto Ciruelo hacia arriba, etc. Lo mismo para las rutas  a Chontalí, Pomahuaca, con más de 70 caseríos, etc. que sobrepasarían el medio millar con toda certeza; puesto que ni siquiera existe un padrón oficial en el que estén registrados con estrictez.
 ¿Cuántos Químicos Farmacéuticos existen para supervisar tal cantidad de establecimientos? Apenas 70, según la DISA.
  
LA DISA no vé o se hace?
 Desde hace tiempo, la DISA Jaén se florea publicitando  sus campañas de fiscalización EN LA CIUDAD, para hacer creer que están «cuidando por la buena salud»; sin embargo sus propios  datos delatan la inoperancia e irresponsabilidad para tratar de hacer algo por la salud, al menos, de los más desposeídos, de esos que no tienen ni siquiera acceso al seguro social ni siquiera al SIS que es otra farsa.
 ¿Con 70  Químicos Farmacéuticos existen registrados para vigilar mas de 500 de estos centros (un poco más y se cambiaría la nominación por «antros» de expendio de medciamentos?.

PERO ADEMÁS:
  Aquí no se cuenta ni se registra los otros negocios de expendio de las otras medicinas, LAS NATURALES, hierbas, pócimas, para el chucaque, para el  susto o el espanto, para la brujería, etc. que abundan en paralelo y competencia a las farmacias y boticas, éstos no pasan por la supervisión de los químico farmacéuticos.
  Que se sepa si alguna vez la DISA les  «tomó examen» a estos remedie ros? Creo que nunca nos enteramos.
  Desde luego, no somos ajenos a la realidad nacional, especialemente en el sector SALUD, con hospitales en ruinas, con sus farmacias canibalizadas por los propios trabajadores que roban medicinas para venderlas a los pacientes (como se denunció hace tiempo en el de Jaén), con gobiernos saqueadores, con laboratorios fabricantes de medicinas lobistas que negocian con la vida y la muerte a gran escala con los encargados de las adquisiciones de lotes de medicinas; etc.
   Algunas  referencias para entender mejor esta denuncia periodística:
 1.-¿Se ha preguntado el por qué en los alrededores de los hospitales existen numerosas farmacias o boticas?
2.- ¿Porqué cerca a los hospitales están ubicadas las angencias funerarias que se disputan los cadáveres que salen a diario de los hospitales?
(ojo: tanto las farmacias como las funerarias tienen sus enganchadores al interior de los hospitales)
3.- Si usted acostumbra ir al cementerio, al de Jaén, nomás, que está a nuestro alcance, pregunte a los que por alli viven cerca que son los que venden flores y parafernalias  necrófilicas. ¿Desde cuán do se han incrementado la llegada de cortejos fúnebres a este cementerio?  y sus respuestas espontáneas son: DESDE HACE CINCO A DIEZ AÑOS, aproximadamente.
  Contundente respuesta a quienes pretenden engañar que están «velando por la salud del pueblo».

Y no pequemos de ingenuos

  Cada farmacia o botica no le pertenece a un Huamán o a un Carrascal, los que la administran son simples empleados que forman parte de un engranaje nacional de consorcios farmacéuticos con matrices en Chile, España, Estados Unidos, Inglaterra, etc.; desde donde se manejan, mejor dicho se fabrican las medicinas, se monitorean las universidades donde se forman profesionales médicos, de modo que los miles de millones que invierten los de este gran funesto negocio de la vida y la muerte están bien invertidos.    El res to de conclusiones se las dejamos a Ud. que tal vez esté necesitando una pastillita para el cansacio de esta lectura; por eso, aquí nomás cortamos.

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