Porque el MAESTRO DE MAESTROS, no enseñó en las aulas de una escuela, debemos considerar así, a todo aquel que en aulas o fuera de ellas nos dejaron imborrables enseñanzas.
Como todo discípulo aplicado y esmerado asimilador de valiosos consejos, rindo mi acendrado homenaje a DOS de mis más grandes maestros, uno que fue MI DIRECTOR en el glorioso COLEGIO NACIONAL JAEN DE BRACAMOROS. Lo admiro y recuerdo mucho una de sus predicciones para mi vida, cuando cursaba el tercer año, me cogió del hombro en el patio en un recreo y sin ser gitano me dijo: «te veo con un futuro muy grande para tu pueblo». Lo recibí como la más delicada consigna que nunca olvidaré.
Otro de mis más grandes MAESTROS fuera de las aulas: mi TIO ABUELO paterno Sr. EDILBERTO MUÑOZ ABANTO, próspero agricultor del valle La Versalla en Bagua Grande: a él le dediqué mi primer libro: «COMBATE». Me enseñó a luchar con altivez e hidalguía, con honradez a toda prueba. De él aprendí que los sueldos no se mendigan, que la buena preparación profesional es el mejor producto en vitrina por el que te haces necesario. Festejó mucho al verme como el primer periodista de esta región a tiempo completo en el diario La República. Gracias eternos e inolvidables MAESTROS.
El Director.
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