El ex sacerdote Walter Prieto Maitre, entregará en los próximos días su cargo al nuevo alcalde Francisco Delgado Rivera, por lo que viene trascendiendo, los esfuerzos para entregar el cuy en la alforja son muy intensos y ojalá no se suelte después.
Por nuestra parte dentro del rol fiscalizador que cumple este semanario y si aún no se olvidaron, fuimos los más duros en denunciarlo durante sus gestiones anteriores, como lo hicimos con el prófugo alcalde ladrón de solares GILMER FERNANDEZ ROJAS y lo seguiremos haciendo con quienes sea necesario, a sabiendas que el rol de la prensa responsable es ESE y no el chantaje, denunciarlo ahora para pedirle dinero mañana.
Sobre el particular, durante esta feneciente gestión hemos sido objeto de especulaciones por parte de quienes creen que un medio de prensa escrita es para lanzar dardos, aunque sea sin puntería; práxis que no va con nosotros, pues quienes nos conocen desde hace 40 años, saben de nuestro proverbio añejo: «cuando decimos que la burra es parda, tenemos los pelos en la mano».
Metafóricamente, la burra, en este caso pudo ser parda; pero no nos alcanzaron los pelos o tampoco los pudimos obtener. En otros términos, denuncias pudo tener muchas el alcalde saliente, como lo tienen tantos; pero, SOLO DENUNCIAS, y en este caso además un proceso en Chiclayo que podría terminar en una condenatoria por el asunto FLESAN venta de agregados de Chamaya. De ahí para adelante, el saliente burgomaestre, con sus pasadas experiencias, se supone que ha sido extremadamente cuidadoso para no dejar huellas, sin que ello le evite las fuertes críticas por el abandono permanente de su despacho, en la práctica no vivió en Jaén, siempre estuvo de viajes y comisiones; es decir, con las experiencias pasadas, esta vez, parece que le sacó mejor provecho personal a su gestión, a tal extremo que no le importó el fraccionamiento y «fuga» de sus regidores que cada quien se fue por su lado, no se mantuvo una línea coherente en la gestión y los resultados están a la vista. Sin embargo, se espera que la nueva gestión le excarve lo que podría quedar bajo la alfombra.
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