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domingo, 10 de octubre de 2010

Conteo rápido?...

En una reunión con empresarios el presidente Alan García hizo la siguiente declaración: «Yo no puedo determinar quién gane las elecciones; pero sí puedo impedir que gane el candidato que no me gusta». Tales declaraciones levantaron enorme polvareda y fue difundido por toda la prensa capitalina.

Pero ésta no fue la única «mandada de boca» del primer mandatario. En los días previos a las elecciones y en el mismo día, que era cuando más neutralidad debería guardar, salió a decir a los medios «que no debería tomarse en cuenta los resultados de las encuestadoras a boca de urna...» poniendo en duda esta vez, la seriedad de las encues tadoras.

Pero dejemos ésto, como una simple referencia y vayamos al fondo, al «concolón» de la olla que se viene cocinando desde hace tiempo. Conforme lo afirmó la mañana del miércoles último el Dr. Fernando Tuesta Soldevilla, ex-presidente del JNE, la situación para estos comicios (y con toda certeza será mucho más para los que se avecinan) es bastante criticable. Primero porque el presupuesto para el proceso electoral, salió bastante recortado, (la mitad de lo que fue el anterior) no hubo ni para comunicados, por eso, cada medio de prensa dijo y dice lo que está a su alcance, sin una voz oficial, a parte de los cortos espacios que le dedican a ciertos jefes del JNE en Lima, lo que no ocurre en provincias.

Con un presupuesto sumamente «magro» (según la expresión del citado magistrado), no se pudo contratar personal suficientemente técnico y capacitado ¿Quién va a trabajar por sueldos irrisorios, cuando en otros lugares ganan más?. Tampoco hubo presupuesto suficiente para CAPACITAR a los personeros, miembros de mesa, etc., y no hubo ni para darles agua a estos voluntarios que debieron sacrificar su tiempo, de allí que muchos y en todas partes del país, brillaron por sus ausencias, siendo sustituídos, conforme a esta LEY DEL EMBUDO, por el que llegaba primero, sin el mínimo conocimiento de lo que debería hacer; por eso la enorme cantidad de actas OBSERVADAS en Lima (de provincias ni hablar) y esto ha creado enormes dificultades, malestares, protestas y trifulcas, con el consiguiente desconcierto y dudas respecto a FRAUDES, con razón o sin, lo cierto es que, analizando con serenidad las reacciones de los electores, ellos tienen un asidero cuyo origen parte del mismo gobierno en su afán de ahorrar deliberadamente en un proceso electoral, cuyos resultados anticipados, ya lo sabía. De allí el poco interés («como no vamos a ganar...»).

Según anuncios oficiales, el escrutinio de actas concluirá en DOS SEMANAS; pero los problemas y conflictos que están originándose, no sabríamos cuánto tiempo van a demorar en solucionarse.

Por eso, los JUZGADORES, analis tas o comentaristas (que han aparecido muchos), deberían ser cuidadosos en buscar las verdaderas razones por las que algunos líderes empujaron a sus huestes para efectuar protestas que llegaron hasta la violencia, como lo sucedido en Bellavista (Jaén) o como los intentos que se dieron frente al local de la ONPE en Jaén, en Cajamarca o en Imacita-Amazonas, los días domingo, lunes y martes.

Lo cierto es que

Mientras tengamos evidencias de un gobernante nacional que sigue usando su escopeta de dos cañones, que sigue usando un doble lenguaje y de cien palabras, sólo diez pueda que sean ciertas, mientras sigamos así, bajo el signo de una doctrina del PERRO DEL HORTELANO, todo acto se torna dudoso y deviene en más motivos para seguir dudando con el consiguiente desconcierto y el creciente rechazo, tan similar como lo hizo en su primer gobierno, cuyo recuerdo debe estar latente en la forma cómo llegó a su fin, casi al filo de las bayonetas y los tanques.

Desde luego que esto, no merecemos los peruanos, de no ser por el fanatismo de unos y los intereses acomodaticios de otros, sumado a los batallones de analfabetos de nuestro país, son las mejores herramientas que pueden usar estos demagogos.

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