Santa Rosa de Lima

El 30 de agosto celebramos a Santa Rosa de Lima, también se festeja a los profesionales de la ENFERMERIA.
Desde estas páginas rendimos nuestro cálido homenaje a las enfermeras y enfermeros de nuestra región, por el descollante rol que juegan en todos los establecimientos de salud para la vida de miles de peruanos pobres que llegan con la salud y la economía al borde del colapso. Esto lo hacen todos los días y todos los meses del año. A veces nuestras vidas dependen de su diligente trabajo, mientras van a despertar al médico de turno, que, con honrosas excepciones, llega tarde o nunca llega.

Un poderoso referente para ellos y para ellas es la Madre TERESA DE CALCUTA, por su vocación de atender siempre a los enfermos desposeídos, ganándose el cariño y el asombro mundial, que obligó al mismo Papa Juan Pablo II a inclinarse humilde ante su presencia.

No olvidemos a una gran enfermera, LA HERMANA GLORIA, legendaria monjita que laboró muchos años en el histórico HOSPITAL DE BELLAVISTA, en aquellos tiempos, único en la zona. Aquí se volvieron expertos cirujanos los bisoños médicos que llegaron, bajo la atenta mirada y consejos de esta recordada religiosa. Estricta, disciplinada y con gran vocación de servicio que sabiamente transmitía con el ejemplo estos valores.

Los viejos jaeneses recordarán también a la enfermera española MARIA ELENA ROTAECHE que laboraba en la antigua posta médica que se ubicaba en la casa de don Antonio Panta (calles Bolívar y Cajamarca), con su clásico uniforme blanco y su toca en la cabeza, laborando incansablemente junto al Dr. Angel Rey Sánchez y otros médicos que le guardaban admiración y respeto.

En esta ocasión dejamos sentado nuestro PUBLICO DESAGRAVIO ante las ofensivas y machistas aexpresiones dichas, lamentablemente por el innombrable DIRECTOR DE LA DISA-JAEN, en la trsitemente célebre reunión del Colegio Bracamoros, delante del presidente regional y consejero por Jaén: «A la gerenta del Clas de Morro Solar, tienen que sacarla; porque es enfermera y los médicos jamás hacemos caso a las enfermeras...». Sentenció en su penosa perorata, que hizo recordar las épocas de Hitler, cuando los nazis se creían superiores a todos.
PEDIMOS DISCULPAS a las ENFERMERAS que estuvieron presentes, que no pudieron responderle por temor a las represalias y a las ausentes que se quedaron con las ganas de enmendarle la plana al ofensor.
Finalmente, elevamos nuestras oraciones a SANTA ROSA DE LIMA, para que sigan laborando y consigan mejorar los indicadores de salud de nuestra población y que la coyuntura política no las desanime, porque finalmente sólo será parte del anecdotario político y popular ¡FELIZ DIA!...

(El FRANCOTIRADOR-ENFERMERO)los.