Demás
está recalcar el proverbio popular: la costumbre es ley y al revés: según
doctrina de Derecho: la ley nace de la costumbre. Esto debería ser un principio
universal.
Las ciudades en nuestro país, después de la
época colonial, se formaron e incrementaron, generalmente, por pobladores
rurales que dejaron sus chacras para vivir en las urbes y lógicamente, llegaron
con todas sus costumbres, empezando por sus formas de festejar o de alegrarse y
en la parte hogareña: su infaltable perrito, sus chanchitos, sus cuyes y hasta
cargaron con sus borreguitas o vaquitas.
Hemos sido testigos de cómo han resistido a
pagar sus arbitrios, agua, luz y otros que es el precio de vivir en una ciudad,
a cuyas obligaciones poco a poco han ido accediendo y cediendo; pero lo que no
han podido dejar, es la costumbre de criar sus cuyes.
Es curioso ver el incremento de un negocio
muy singular: LA VENTA DE HIERBA. Así le llaman a la gramínea del maíz, cuya
planta después de producir sus choclos, esas hojas y tallos se les llama
«hierba» y se negocia con mucha fluidez
e intensidad en ciudades de esta parte del país.
Claro que los cuyes no son criados para
MASCOTAS, si no para comerlos. El asunto está que, se gastan al mes no menos de
60 soles para criar un promedio de 6 a 10 cuyes. Si a esta cifra la multiplicamos
por tres meses, tranquilamente con ese dinero, se podrían comer preparados la
misma cantidad de cuyes que están alimentando y además se ahorrarían el trabajo
de limpiar los cuyeros, cuidar que las ratas o el perro no se los coman; en
otros términos, un gasto, a nuestro parecer, inoficioso que nuestras amas de
casa hacen, por falta de orientación que las mantiene aferradas a sus
ancestrales costumbres. Nuestras autoridades nada han hecho para orientarlas y
educar a los pobladores que, vivir en ciudad, es totalmente diferente al campo.
Me consta haber visitado algunas viviendas en las que aún mantienen está
arraigada costumbre, no solamente de criar sus cuyes, también sus chanchitos.
Los medios de comunicación también tenemos
gran responsabilidad en orientar a nuestras amas de casa. Aquí siempre lo
hacemos y lo seguiremos haciendo.
Nororientalmente: EL DIRECTOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario