El miércoles último por curiosa coincidencia
llegaron a nuestra redacción casi al mismo tiempo TRES CARTAS NOTARIALES, dos
de la parejita de esposos que aparecen en la fotografía del costado: la señora
Liliana Alarcón Carrión, Jefa del RENIEC Jaén y el segundo, su esposo el señor
Luis Antonio Zorrilla Novoa.
Ambas
cartas notariales con el mismo tenor y la misma amenaza. Piden «rectificar»
los calificativos que se emitieron en las ediciones del 12 y 29 de diciembre y,
que, «de no rectificar dichos
calificativos, vencido en plazo (quisieron decir el plazo?) Entenderé su falta
de interés y procederé a querellarlo en acción privada por delito de difamación
agravada ante el Poder Judicial, pidiendo pena y reparación civil; exhortando
se documente bien antes de calificar a personas».
Firma doña Liliana Alarcón
Carrión y en la otra carta también su esposo José Zorrilla Novoa.
Y
LES RESPONDEMOS
Que, no solamente NO NOS RECTIFICAREMOS, si no
que NOS RATIFICAMOS en todo el contenido de lo que se publicó;
por las siguientes razones:
1º).-Según el significado del
diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: mafioso, tiene
dos acepciones y que para el presente caso dice: «grupo organizado que trata
de defender sus intereses, ...engaño, trampa.
2º).- Partiendo de esa
definición que le da la Real Academia de la Lengua Española, esta parejita, más
les habría servido permanecer en silencio o hacerse los desentendidos, así como
actuaron en la campaña electoral pasada, en la que fueron denunciados públicamente
también en este semanario y con los mismos calificativos.
3º).- Señores lectores: ¿Cómo
calificar a una funcionaria que, aprovechándose del cargo, le gestiona o coloca a su marido en una municipalidad
cuyo alcalde (Sadón Gómez Torres) está procesado por escandalosas
irregularidades y delitos cometidos? Y todavía en un cargo muy sospechoso y
clave para las ilícitas actividades por las que están siendo denunciados: «JEFE
DE PERSONAL», y sin haber concursado, amén de su currículum si será
apropiado o no, desde donde se direccionan las corruptelas que están
siendo objeto de cuestiona mientos y denuncias y se amparan éstos en que no
tienen «sentencia firme». Lógico, no la tienen; pero los campesinos y
ciudadanos, felizmente tienen el amparo de nuestra Constitución Política, para
formular cualquier denuncia que afecte sus derechos fundamentales, dentro del
marco legal, como así lo han hecho, lo mismo que este SEMANARIO, tiene toda la facultad de dar pase
a las denuncias públicas que se presenten debidamente sustentadas que como
pudieron ver en las referidas ediciones, hasta les colocamos las fotografías de
los llamados «golondrinos» que fueron detectados por los ronderos, castigados y
presentados con sus carte litos en el pecho, incluyendo sus confesiones sobre
quién o quiénes les facilitaron y les pagaron por tramitar sus DNIs y no nos
digan que son inocentes porque no han sido sentenciados.
3º).-
Esperaremos ser notificados de sus querellas para que, ante el Juez y en presencia de los
numerosos denunciantes, nos prueben y demuestren, todo lo contrario, porque
estas denuncias no se frenan con «cartitas» de notario.
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