Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 29 de agosto de 2016

LE TOMAMOS LA PALABRA...

  En mi última visita a Nieva (capital de la provincia de Condorcanqui), llegaban los informantes desde la Boca del Cenepa (Wawain) para dar cuenta de lo sucedido, que fue motivo de grandes titulares en ciertos medios de prensa que tienen como objetivo VENDER periódicos, sin importar lo que vendan, ni a dónde apunte lo que digan.
 Accidentalmente me encontré con uno de los líderes nativos de Mamayque (Cenepa) Francisco Quiaco y contrasté con él, lo sucedido, en el sentido que pobladores de la comunidad de Kayamás habían expulsado a los mineros informales y que entre ellos estaba un apu de dicha comunidad, a quien lo habían golpeado también.
 El comentario de Quiaco en su estilo pausado, fue: «es cierto, muchos critican y condenan a quien entra en esos trabajos; pero no ven, ni saben que en nuestras comunidades hay escasez total de dinero,  y cada día hay más necesidades. La minería informal es ilegal, prohibida; pero pagan salarios para que se recurseen y nadie condena la miseria en que viven nuestros comuneros».
  Comentario que motiva esta reflexión y si a ello le agregamos la impostergable necesidad de habilitar vías terrestres de comunicación. Criticar, denunciar, resulta fácil, vaya usted a vivir en esos lugares, donde la única vía de comunicación es el río, en chalupa, en bote o en pequepeque, el combustible es muy caro, los pasajes mucho más. El lavado de oro en las playas de esos ríos es una actividad ancestral desde tiempos remotos, MEDITAMOS EN VOZ ALTA ¿Porqué en vez de condenar a los que se dedican a tales actividades, no condenar a los gobernantes que mantienen marginados y postergados a estos pueblos? Claro, no incluimos aquí a los INFORMALES mineros que vienen de otros lugares con maquinaria, nos referimos solamente a los que siempre tuvieron esta actividad COMO ÚNICO recurso  para poder subsistir «como los mestizos».
    Salvo mejor parecer:
                S. Alejandro Carrascal C.

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