La reciente movilización ha sorprendido a propios y extraaños, empezando por su mismo inquilino precario que tienen alli el gobernante regional Altamirano Quispe, quien a través de sus hilos y títeres diversos desde sus trincheras pretendió apagar la llamarada de los ánimos encendidos, minimizando unos, ridiculizando otros, y algunos con bajezas insultando por las redes sociales a quienes dábamos cuenta de lo que sucedía. Sin embargo los hechos motivados por la razón poderosa no se pueden ocultar. BAGUA es un pueblo que viene siendo PASTO DE VORACES SINVERGUENZAS que en nombre de sus necesidades se enriquesieron. Pareceróa que hoy las cosas están cambiando y ojalá sea sin retroceso. Nororientalmente...
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