JAEN.-La señora Zoila Sempér tegui Pardo, debidamente identificada, acudió a esta Redacción para dejar en claro su situación frente a un litigio que desde hace algún tiempo se viene produciendo en torno a un terreno urbano de su legítima propiedad ubicado en el sector Miraflores de esta ciudad.Con documentos a la vista, Escritura Pública otorgada por COFOPRI el 16 de mayo del 2005, a su propietaria titular, señora AGUSTINA MEDINA CIEZA, con Asiento Registral en SUNARP Jaén Nº 2005-00006078 del 09/82005, en su condición de legítima propietaria y sin que haya mediado oposición alguna, vendió mediante escritura pública a la recurrente Zoila Sempér tegui Pardo y su esposo Walter Zeña Solís, con fecha 05 de agosto del 2005, el terreno urbano signado como «lote Nº 4», Manzana «D» del Pueblo Joven Miraflores, con una área de 69.60 m cuadrados; documento extendido en la Notaría «RUIZ CASTILLO» de esta ciudad.
Manifiesta la propietaria que, durante el tiempo que se produjo la compraventa de dicho solar, no tuvo interferencia alguna contra la vendedora que es su hija, sino que, se la emprendieron contra élla; pero siempre fue favorecida por la ley y la justicia, que desestimaron las denuncias de los que ahora se proclaman «dueños» de dicho terreno, los señores Gavino Medina Guevara y su esposa Reina Cieza, ambos a su vez, progenitores de la vendedora Agustina Medina; a partir de esos días, ha sido una continuidad de hostilizaciones para impedir que los compradores tomen posesión de su solar, empezaron las discordias y protestas de parte de los padres de la que fue propietaria del solar, viéndose obligada a recurrir al Poder Judicial con el propósito de amparar su legítimo derecho a la propiedad de dicho terreno urbano.
Posiblemente, mal asesorados los ancianos por algún mal abogado, pretendieron reclamar lo que no les pertenecía, por lo que en la primera, segunda y tercera instancia, le dieron la razón a la compradora Zoila Sempértegui Pardo, tal como se aprecia en las partes pertinentes de los documentos que se muestran al pie de la presente: la sentencia de la Sala Mixta de Jaén que confirma la de la primera instancia, los demandantes acuden en Casación a la Corte Suprema y de esa última instancia, vuelven a darle la razón a su legítima propietaria Zoila Sempértegui, por lo que quedaron AGOTADAS todas las instancias del Poder Judicial en las que le han dado la razón, por el imperio de la Ley y la Justicia.
ACLARA la propietaria que,todo este asunto de fácil entendimiento se ha convertido en un problema social en un pequeño sector del vecindario que, posiblemente, vecinos mal informados, así como algunos malos comunicadores, lejos de hacer ver LA VERDAD de los hechos fundamentada en documentos auténticos, están atizando el odio y el enfrentamiento, tanto con los propietarios como con las fuerzas del Orden, conforme se ha dado cuenta en ciertos medios de prensa de la localidad.
«Yo no tengo la culpa que los señores que se reclaman propietarios ahora, no le hayan hecho ver eso a su hija que registró el predio en su nombre. En todo caso, deberían demandar a quienes le otorgaron el título de propiedad que fue COFOPRI. Yo compré ese solar por que ví que estaba saneado legalmente. Los que informan deben ser más cuidadosos y responsables con su labor, me están causando bastante daño y están sembrando el odio en un barrio pequeño, al desestimar todos los documentos que prueban mi legítimo derecho a la propiedad».
Manifiesta la señora Zoila Sempér tegui; por eso es que está acudiendo, dice, a un medio de PRENSA SERIA, para que la opinión pública se entere LA VERDAD DE TODOS ESTOS HECHOS y no se dejen llevar por chismes, inclusive le están mansillando su honor, sostiene pero que al mismo tiempo espera que entre los progenitores y la vendedora se arreglen y entiendan que si el Poder Judicial me ha dado la razón en las tres instancias, es porque la tengo. Puntualizó.
El presente podría ser un caso atípico, en el que como suele ocurrir hay quienes no entienden los alcances de una sentencia judicial y creen que con la violencia van a conseguir imponer lo que es contrario a la Ley. Como se aprecia aquí: la legítima propietaria está mostrando lo que los reclamantes no tienen; y esto no es tomado en cuenta por quienes atizan la violencia y la discordia.
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