Quienes conducimos este Semanario y estamos en el frente permanente de batalla para defender primero LA VERDAD y después nuestra Amazonía con todo lo que tiene y habita en ella, mucho antes que encuentren los restos del desaparecido estudiante Ciro Castillo Rojo, empezamos a vincular comparativamente su caso con el del desaparecido aquí, Mayor PNP Federico Bazán Soles.
Insistimos en comunicarnos con su angustiado padre que vive en la sureña provincia cajamarquina de Cajabamba y vaya! que la situación empieza a reactivarse.
Animado por lo que bien podría considerarse la más grande hazaña de hallar a un desaparecido en las más agrestes cordilleras después de 210 días. Ver el enorme esfuerzo y sacrificio desplegado por el padre del desparecido a quien lo vimos en las pantallas chicas entre la agonía y el éxtasis, encendía una chispa de esperanza cuando el actual presidente de la República, no tuvo ningún reparo en ofrecerle todo el apoyo, con ese mismo sentimiento humanitario se retome la nueva búsqueda al desaparecido oficial de la policía, cuya desaparición es diametralmente distinta a la del fenecido estudiante.
El primero desapareció en acción de servicio a la nación, en cumplimiento de órdenes superiores que lo pusieron en el despeñadero de su destino.
¡QUE DIFERENCIA!
Los que hemos visto en sus andanzas al señor Federico Bazán, papá del desaparecido oficial, somos testigos de sus angustias y también testigos de la más grande indiferencia gubernamental. Nunca le escuchamos ni al ex-gobernante García Pérez, expresar una frase de aliento a los familiares del desaparecido policía, mucho menos sus ministros, como la señora Cabanillas ex-ministra del Interior y principal responsable, que siempre usa los reflectores y medios de prensa como papel higiénico para limpiarse con desesperación, como lo hizo el jueves último por la mañana en el noticiero de Panamericana TV.Hasta el más despistado e ignaro ciudadano puede darse cuenta y entender que el gobierno de Alan García NO HIZO NADA para buscar y/o esclarecer la desaparición no solamente de este oficial, si no de muchos nativos que no figuran en la lista oficial de muertos, que no son 9, si no más de 80, conforme lo han denunciado reiteradamente dirigentes como Zebelio Kayap y también de otros medios de prensa que estuvieron el día de la masacre.
UN EMPUJONCITO
De proceder el Presidente Ollanta Humala con los mismos ánimos que lo hizo para hallar el cadáver del estudiante Ciro Castillo, abrigamos la más viva esperanza que con el desparecido oficial PNP se encontrarán a muchos otros nativos asesinados el 05 de junio del 2009. Tenemos un nuevo marco estratégico político, con jefes policiales que están alineándose a los postulados de este gobierno, un Ministro del Interior que está dando muestras de rectitud y civismo, lo mismo que un Poder Judicial con un Presidente que apunta a la vanguardia de una verdadera administración de justicia, con EL PESAR DEL CONTRAPESO SINIESTRO de un Ministerio Público proclive al encubrimiento de los actos dolosos apristas. Para su reiterada ilustración volvemos a trasladar un fragmento de la Edición Nº1521 del 12 de junio último, de este semanario, que circula en las redes sociales para todo el mundo. Así dice en su página 9:
Si en los diversos informes de las comisiones que investigaron tales hechos, han tratado de uniformizar criterios, curiosamente, hay otros informes que no son de comisiones, si no de testigos, de periodistas, como Silvio Rendón del blog «Combo Club», que pone en total duda la cifra REAL de los que fallecieron.
Hubieron y hay muchas interrogantes sobre lo que ocurrió aquel 05 de junio. La más destacable, el reportaje que hizo el periodista BETO ORTIZ, que debió continuar; pero extrañamente se silenció en su siguiente edición y cambió de temas. De igual modo, el picante reportaje de Rosa María Palacios a la ministra del Interior de ese entonces Mercedes Cabanillas, la dejó mal parada; pero no continuó y así por el estilo, muchos medios de la prensa limeña fueron silenciándose hasta HOY y los medios que tuvimos la «osadía» de seguir denunciando, fueron clausurados como RADIO LA VOZ o encarcelados, como el Director de este Semanario.
De la lectura del presente INFORME, Ud. amigo lector podrá sacar sus propias conclusiones. Con toda certeza, no fueron NUEVE los nativos que murieron en la Curva del Diablo. Si como referencia tuvimos más de cien heridos internados en el hospital de Bagua Grande, en el de Bagua, otro tanto que no alcanzaron en sus ambientes ¿Y los que no fueron internados por miedo?...Al día siguiente se dispuso el TOQUE DE QUEDA desde las 5 de la tarde hasta las 6 de la mañana del otro día. Fue declarado territorio prohibido el escenario que abarca desde el Cruce El Reposo hasta Siempre Viva, CUATRO DIAS nadie pudo ingresar, toda esa área estuvo sitiada por efectivos policiales, posiblemente, pasando y repasando a los heridos y desapareciendo a los muertos. Allí fue cuando el Párroco de Bagua Grande dio cuenta del testimonio de unos campesinos que «bajaban» por la ruta de Jorobamba-El Reposo, en el sentido de haber visto incinerar y enterrar cadáveres en aquellos parajes. Solamente el referido Párroco sabrá porqué al día siguiente de sus declaraciones le obligaron a retractarse y se rectificó públicamente. Tan misteriosos los hechos que le siguieron a esta masacre que hasta el mismo oficial Mayor PNP Felipe Bazán Soles que inició las acciones bélicas, desapareció casi para siempre y nunca fue buscado como hoy se busca al estudiante en el Colca. (del 12 de junio del 2011)
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