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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Otra maniobra dilatoria para enterrar más al «Baguazo»

BAGUA GRANDE.- (J. Flores) Juan Ramón Cruz Cotrina con DNI 16746312, recapturado en Chiclayo, e internado en el penal San Humberto de Bagua Grande, por presuntamente haber participado en la desaparición del Mayor PNP de la DINOES Felipe Bazán Soles, el pasado 5 de junio del 2009, en los hechos sangrientos del BAGUAZO, presentó el lunes 22 de setiembre un escrito al poder judicial, donde pide una inspección para señalar donde botó el cuerpo del mayor.
El interno, que ha cambiado su versión en varias oportunidades ante los jueces que lo investigan, le dice al juez liquidador de la Provincia de Utcubamba, que una de sus declaraciones del pasado 29 de octubre del 2009, fue hecha en honor a la verdad, cuando relató dónde botó el cuerpo del oficial tras asesinarlo, sin mencionar si lo hizo solo o con más personas, o con los dos nativos procesados por la muerte del DINOES. “En honor a la verdad he venido mintiendo con mis demás audiencias y ampliaciones, cabe señalar que mi persona sabe dónde lo botamos el cuerpo del Mayor. Es por eso que solicito una inspección por favor, y por intermedio de la presente comunique al representante del Ministerio Público, por favor acceder a mi petición por ser de justicia que espero alcanzar” dice en su escrito Juan Ramón Cruz Cotrina, esperando que dicho pedido no sea una más de sus alucinadas declaraciones.

 Por su parte el abogado Alejandro Iván que defiende a Asterio Pujupat, que lo sindicaron como el principal autor de la muerte y desaparición del May. Felipe Bazán, calificó como un acto dilatorio para entorpecer se descubra la verdad, aseveró desde el primer momento que capturaron a Ramón Cruz, «debería pasar por un riguroso examen psiquiátrico...y si es cierto lo que afirma este detenido ¿por qué no proceden a comprobar lo que dice?...». Como se sabe, hay dos nativos encarcelados inexplicablemente, acusados de asesinar al oficial PNP, sin que exista mayores evidencias que una fotografía que nunca se identificó quién la tomó y mucho menos se ha investigado a los jefes policiales que protagonizaron la masacre del 05 de junio del 2009.

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