Para quienes creen aún en la justicia, hubo muchas expectativas para la audiencia del jueves último, en la creencia que «de ésta, no se salvaba el prófugo delincuente alcalde de San Ignacio».Por nuestra parte, viendo y sabiendo cómo se viene desenvolviendo este intrincado (por los jueces) caso, tuvimos nuestras dudas y no estuvimos equivocados, porque situaciones como la que se presentó, no eran de extrañar y tampoco nos atengamos que la próxima reprogramada para el miércoles 21 de setiembre, a sabiendas que el prófugo tiene la mejor arma, el mejor abogado y los mejores códigos: los fajos de billetes que utiliza cuando de quebrar manos, balanzas, jueces, fiscales, abogados y periodistas se trata. NOS CONSTA.
Pues a decir de personas de su cercano entorno, está «trabajando», para salir limpio de polvo y paja él y toda su pandilla, más aún, si tenemos en la alta magistratura jueces como Villa Stein, y no se piense que es solamente éste, pues la mafia tiene sus ramificaciones
en todo el Perú y más allá de las fronteras, los corruptos son más unidos que los otros, de ahí que dudamos mucho que la próxima audiencia se cumpla conforme se anunció el jueves pasado, como para calmar a las tribunas y que la prensa tenga un hueso para informar.
Lo sucedido aquel día, es gravísimo, por muy nuevo el Fiscal Gilmer Jara Vergara que no se haya inteligenciado del caso, según dijo le alcanzaron «UN DIA ANTES», pero él sabía de dicha audiencia, eso por un lado y por el otro, la supuesta negligencia de la Presidenta de la Junta de Fiscales de Lambayeque para retener el expediente y actuar con inobjetable sospecha de la forma como lo manifestó el aludido Fiscal Superior.
Por otro lado, seguimos incidiendo en el rol complaciente, cómplice y encubridor de la POLICÍA JUDICIAL con su jefe Coronel PNP Montoya Rubio. Muchas personas dan cuenta de «avistamientos» de algunos de los integrantes de la banda que jefatura Sadón Gómez, tanto en Jaén, San Ignacio y hasta en Chiclayo; pero para estos uniformados no pasa nada, siguen siendo invisibles y no habidos, algo que solamente podrían creer los imbéciles que nos parece en estos tiempos y en nuestro medio, ya no existen.
Ojalá pronto, el pueblo burlado y saqueado por estos mafiosos sea resarcido algún día.
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