(DIARIO LA PRIMERA Viernes 19-11-10).-La familia policial hizo sentir su voz de protesta por calles y plazas del centro de Lima para demandar al Ejecutivo y al Congreso que atienda sus reclamos salariales y de respeto a la pensión renovable y su rechazo al recorte de 300 millones de soles al presupuesto del sector Defensa.
Desde las primeras horas de la mañana se concentraron en la Plaza Dos Mayo, los contingentes de los ex servidores policiales y militares, quienes representaron los intereses de sus compañeros del servicio activo, impedidos por Ley de ejercer sus derechos laborales. Agrupados en el Frente Nacional de Lucha Militar-Policial, la Federación Nacional de Policías Retirados (Fenapol) y la Federación Nacional de Suboficiales, Empleados Civiles y Especialistas de la Policía Nacional (Fenaseec-PNP), los efectivos retirados lanzaron consignas de lucha.
Entre los manifestantes se encontraba el presidente de la Fenapol, Óscar Pedraza, esposas y familiares de los policías en actividad, el personal jubilado y los efectivos con discapacidad en acción de servicio. Todos ellos iniciaron su larga marcha por la avenida Alfonso Ugarte, la Plaza Bolognesi, Paseo Colón, Plaza Grau, Paseo de los Héroes Navales, el jirón Lampa, la avenida Nicolás de Piérola, el Parque Universitario y la avenida Abancay, hasta llegar a la sede del Parlamento.
Los manifestantes exhibían coloridas pancartas y paneles en los que expresaron su descontento por el abandono en que los ha sumido el gobierno de Alan García. Una pancarta denunciaba los actos de corrupción en el Fondo de Vivienda Policial, con la imagen de una enorme rata gorda con el rostro del presidente.
Un segundo cartel recordaba la responsabilidad de Alan García y su entonces ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, en los sucesos de Bagua, donde murieron 33 peruanos, 23 de ellos policías.
Y un maniquí con el uniforme policial se mostraba encerrado en una jaula, en alusión a los efectivos apresados por exigir la mejora de sus exiguos salarios, como es el caso de Richard Ortega Quispe, más conocido como “Rumimaqui”.
Al pasar por la sede central del APRA, los protestantes dejaron sentir su enojo contra el partido gobernante, con gritos como “APRA traidora de la familia policial-militar”. Entre los manifestantes se apreció a Richard Gálvez, el joven agredido con una bofetada por el presidente Alan García.
Al pasar por las sedes del Poder Judicial y el Ministerio Público, los manifestantes dejaron sendos memoriales con su petitorio, dirigidos a sus titulares Javier Villa Stein y Gladys Echaíz, respectivamente.
Lo sorprendente de la jornada fue que por primera vez en tres años de vigencia de la norma que declaró zona rígida la Plaza Bolívar, la Policía permitió el acceso de manifestantes a ese espacio.
Javier Soto (Diario LA PRIMERA del 19-11-10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario