Se agudiza crisis en chirinos

Líderes que encabezan la RESISTENCIA DE CHIRINOS, expresaron su preocupación esta semana, por la lentitud de las autoridades pertinentes en poner fin a este dilema que tienen sus orígenes en las escandalosas denuncias contra su alcalde reelecto SADON GOMEZ TORRES, que, como es de conocimiento, han intervenido Contraloría y la Fiscalía de San Ignacio, hace algunas semanas y hasta hoy, no se ven los resultados concretos.

Al cierre de la presente, la sede municipal seguía cerrada por más de 40 días y el enorme malestar entre los pobladores ya se deja sentir, inclusive, hay quienes ya empiezan a discrepar con los dirigentes. Mientras tanto el alcalde Gómez Torres, sigue tranquilamente despachando desde su otra sede municipal provisional que ha instalado en el sector Tambo rapa Puerto.

La crisis se intensifica en la medida que los pobladores necesitan efectuar trámites para licencias, certificaciones, partidas de nacimiento, pedidos de apoyo para sus trochas carrozables, entre otras tantas necesidades, sin que encuentren solución alguna.

Otra de las preocupaciones es sobre el ANIVERSARIO de creación política de Chirinos que todos los años se festejaba los días 12 de febrero (ayer), esta vez pasó por desapercibido, todo en el más completo caos, de lo que están responsa bilizando al mismo alcalde y al Ministerio Público de San Ignacio que ha entrampado las acciones legales sin que se atisbe solución alguna.

Como se sabe, el malestar empezó por las serias evidencias de malos manejos de los recursos económicos de la municipalidad, la negativa del alcalde en rendir cuentas y si lo hizo fue para un reducido grupo y a medias, sin claridad alguna. Esto aumentó cuando salió reelegido y creen que tal relección fue fraudulenta. Hubieron amenazas de linchamiento contra el reelecto alcalde, quien no ha vuelto a pisar suelo del pueblo de Chirinos y prefirió reubi carse en Tamborapa, llevando a ese lugar a toda su gente, lo que ha servido como un carburante para que los ánimos se enciendan mucho más. Persisten las evidencias de peligrosas amenazas que las autoridades deben solucionarlas.