Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 15 de agosto de 2011

¡Esos delincuentes!


De no haber sido porque asaltaron a la esposa y balearon a la hija de un congresista, los «choritos» habrían continuado tranquilos, entrando y saliendo de las cárceles como Pedro en su casa; lamentable para ellos, esta vez, se les viene el JUICIO FINAL, vemos y escuchamos cómo afilan los cuchillos sus verdugos, nadie los defiende, todos quieren ponerlos a la parrilla para hacerlos chicharrón.
Entendible la situación, primero por encontrarnos al inicio de un nuevo régimen cuya bandera de campaña electoral fue precisamente éso: combatir la delincuencia. Segundo: es que muchos de los que están tirando piedras ahora, están subiéndose a la combi en los estribos para dejar maquillada y blindada la otra modalidad delin cuencial, que es tan grave o peor que asaltar a un congresista y tercero: se olvidan de mirar a la madre del cordero que van a colocarlo en la pira para incinerarlo.
He escuchado, he leído y he analizado muchos comentarios de grandes personalidades que se han ocupado de este problema y han llegado a la conclusión que la delincuencia no solamente se combate con cárceles, cadenas perpetuas, peor, con fusilamientos; también hay otra herramienta que por ahora el hígado impide recordarla y esa otra herramienta es LA EDUCACION. Una simple mirada a las estadísticas en cuanto al origen, ubicación o nivel cultural de los que delinquen, en su gran mayoría son de muy escasa y casi nula instrucción, empezando por nuestras cárceles de por aquí nomas: penal SAN HUMBERTO de Bagua Grande: de 180 internos, solamente tres con secundaria completa y no tan bien ejecutada, el resto con educación que varía desde cero, hasta primaria o secundaria incompleta.

Esta es la sangrante realidad a la que ningún gobierno se ha enfrentado y esperemos que éste, lo haga, teniendo como principio que: en una mano la miel y en otra la hiel, claro, que se debe castigar el delito; pero también se tiene que hacer algo para evitar en lo posible se siga propiciando la delincuencia, con más fuentes de trabajo, más inclusión social y más equidad en la distribución de nuestros recursos nacionales.

Ojo, que solamente se habla en estos días de los asaltantes, pistoleros, etc.; pero de los OTROS que no usan chaira, si no, las leyes y el poder político para robar, de estos, poco se dice y así como los otros, son igual de nocivos para el país; porque al robar por millonadas, le quitan la posibilidad que esos recursos lleguen a los que menos tienen y los empujan a seguir delinquiendo; porque con los millones que roban, la balanza de muchos jueces y fiscales, termina por quebrarse con jugosas coimas que abren cárceles, hacen inocentes a los más delincuentes y hasta trepan en la telaraña política para seguir como gobernantes.
A estos delincuentes también se les debe medir con una vara mucho más grande, más pesada y castigarlos con todo el rigor de una Justicia que no asoma en nuestra patria, si comparamos lo que sucede en países musulmanes, somos demasiado piadosos y «muy cristianos» para juzgar. La Biblia en los escritorios de los juzgados, solamente está como un adorno y se la usa no como lo habría hecho Cristo con los mercaderes del templo, si no, como los que le mandaron al Gólgota.

Ojalá, se pueda enmendar un poquito el rumbo de nuestra historia para que en otros tiempos no se hable de construir más cárceles, si no más escuelas.

Salvo mejor parecer.

Nororientalmente.

EL DIRECTOR.

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