Mis
tímpanos se irritan mucho y a punto de
reventar cada vez que escucho en los narradores de noticias de Radio Marañón
ese circunloquio de «los y las» (los campesinos y campesinas, los ronderos y
las ronderas, los niños y las niñas, etc.) Siempre me chocó, pues no siendo
Lingüista, tampoco soy «tapado» en gramática- Por mucho que revisé mis textos
académicos, no hallé argumentos para aceptar la nueva «lengua española» que se
difunde desde esa emisora y que a no dudarlo es el «aporte» de su Director el padre Francisco
Muguiro Ibarra. Hasta que, gracias a esta magia, digamos, del internet,
entramos en comunicación con la Real Academia y uno de sus directivos el señor
ARTURO PEREZ REVERTE, que ven ustedes en la fotografía, miembro de la Real
Academia de la Lengua Española, residente en Andalucía y lean lo que más
adelante resumiremos.
De ser el «habla
español» como pretenden distorsionarla en la emisora DEL VICARIATO, una simple
lógica nos da a entender que Cristo se equivocó y no por el «habla», si no, en
materia de gramática o retórica y con Cristo, los que escribieron sus prédicas
y enseñanzas, mucho peor. Referencias para ilustrar, existen muchas que podemos
tomar de los Evangelios: las Bienaventuranzas, allí no dice «bien aventurado y
aventurada...», «Dejad los niños y las niñas venid...»; «Ay de aquel...» y no
dice «de aquella», etc. y no solamente en el Nuevo Testamento, en el Antiguo es
igual. Y es que, siendo la Biblia el libro más perfecto que se haya escrito,
suena demasiado chocante que alguien, desde Jaén, se
le pretenda enmendar inventando una nueva gramática. Pero dejemos
a nuestro directivo de la Real Academia y lean lo que dice:
EL GÉNERO: NO ES IGUAL QUE SEXO El género es una propiedad de los nombres y de los pronombres
que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordancia con los
determinantes, los adjetivos… y que no siempre está relacionado con el sexo
biológico. Las personas no
tenemos género, tenemos
sexo. De ahí, que la expresión «violencia de género» sea incorrecta porque la violencia la
cometen las personas, no las palabras. En nuestra lengua se debe decir violencia sexual o violencia
doméstica, como nos indica la Real Academia Española.
REITERACIONES INNECESARIAS
TAMPOCO se acepta la
utilización redundante del masculino y del femenino: «La mayor parte de los
ciudadanos y de las ciudadanas» es un
circunloquio innecesario.
El criterio básico de cualquier lengua es economía
y simplificación. Obtener la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible,
no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos. A lo largo de
los últimos años, destacados miembros de la RAE han venido rebatiendo la actual
tendencia al desdoblamiento
indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina.
«LA OSADÍA DE LA IGNORANCIA»
Una comisión del parlamento andaluz se dirigió a la Real
Academia Española solicitando un informe sobre la corrección de los desdoblamientos
tipo «diputados y diputadas, padres y madres,
niños y niñas», etc. La RAE respondió puntualizando que tales piruetas lingüísticas son innecesarias.
El empleo de
circunloquios y sustituciones inadecuadas: «diputados y diputadas electos y
electas» en vez de diputados electos, o llevaré «los niños y las niñas» al colegio en vez de llevaré los niños al
colegio resulta empobrecedor, artificioso y ridículo.
«EL MINISTERIO DE DESIGUALDAD»
Junto al machismo, que subordina todo al ser macho, han creado
el hembrismo. Y han olvidado lo central, el ser hombre, en sus dos vertientes.
El mundo se reduce a sexo: ese es el lema de esta moderna herejía.
Ahora comprenderán su reflejo lingüístico. Primero confunden género y sexo: una
silla es femenino pero no hembra, un sillón es masculino pero no macho...El
género común es útil, evita pérdidas de tiempo, sintetiza abarcando ambos
géneros y ambos sexos: es más económico decir, cuando traducimos el Evangelio,
dejad que los niños se acerquen a mí que decir «los niños y las niñas». Decir,
incluso, con Quintiliano, al niño se le debe máxima reverencia, evidentemente
a niños y niñas.
«ESTÚPIDAMENTE INCORRECTO» Me refiero a la estúpida incorrección
lingüística de «para todos y todas», «los compañeros y las compañeras», «los vascos y las vascas» matraca políticamente correcta, al decir
de sus usuarios. «ESTUDIEN
GRAMÁTICA, SEÑORAS Y SEÑORES». Sustituir
los funcionarios por «los funcionarios y las funcionarias», es tonto e inútil,
destroza la economía del lenguaje. Es
grotesco.
Así de claro y sin tapujos el señor Arturo
Pérez R. de la RAE ¿Le responderá algo su paisano y colega «lingüista» de Radio
Marañón o sus monaguillos?...Salvo mejor parecer...
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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