Mientras el sistema sociopolítico que nos domina siga vigente, ha de ser imposible cambiar eso que le llaman «REGLAS DE JUEGO» y ¡Vaya qué jueguito! el de traficar con la conciencia popular.
Ya no resulta extraño enterarnos los preparativos asociativos muy similar a los hampones que se organizan en bandas para delinquir buscan estrategias, aliados y socios que les auspicien sus proyectos y está perfectamente organizado en una red de contactos que vienen desde Lima con los llamados partidos políticos «grandes», que manipulan a sus secuaces del Congreso para que no cambien las turbias leyes y sigan con más de lo mismo.
Imagínense a un CERSAR ACUÑA, que ya termina de recorrer el país enrolando a sus aliados y no crean que son elegidos por sus caras o sus nalgas, es por el dinero que ofrecen para la campaña, lo hacen con los provinciales y éstos con los distritos, centros poblados y caseríos. No solamente ACUÑA PERALTA, el plagiador inmoral denunciado y procesado dentro y fuera del país. Ya podremos imaginar los socios que selecciona. Así como éste, casi todos los que buscan llegar al poder, como la herencia más funesta que nos dejaron los ladrones saqueadores europeos que nos conquistaron, en cuyo sistema o FORMA DE CONVIVIR es la pillería desde la alcoba hasta los bolsillos. De ahí que la política con sus partidos son motivo de ASCO. Más digno es un trabajador de la más humilde condición, que un sinvergüenza de éstos. ¿Referencias? Necesitaríamos centenares de páginas para mostrarlas: un Osías Ramírez y su hermanísimo de cobrador de combi a multimillonario igual que casi todos los demás.
Por eso, estimados electores, tomen razón y hagan saber a los que aún siguen creyendo en estas hienas que se disfrazan de «gente buena».
EL DIRECTOR.
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