Y mientras la «indiada», como diría Manuel González Prada, se regocijaba, gritando los goles que clasificaron al Perú para el mundial Rusia-2018; mientras se amanecían borrachos tirados por las veredas, los del Gobierno, celebraban sus otros goles, el gran negocio de exonerar de impuestos al arroz que nos está llegando desde China, mientras que a nuestros productores los siguen manteniendo a pan y agua, mejor dicho, arroz con huevo frito, hundidos cada vez en su pobreza, con los insumos y fertilizantes importados al extremo que los han obligado hacer lo de siempre, empobrecer más a los peruanos, obstaculizando el tránsito vehicular en las rutas más transitadas. En esta primera semana, las pérdidas en el transporte terrestre son incalculables, por el deterioro de los productos que se transportan, las penurias de los pasajeros, los enfermos que se exponen a morir en las rutas, etc.
Están exigiendo al gobierno de PPK la inmediata derogación de los Decretos Supremos Ns. 103-2015 y el 055-2016 que son instrumentos legaloides que les ponen freno a su producción, a diferencia de las facilidades que se les ha dado a los consorcios importadores que están trayendo arroz de China, casi liberado de cargas tributarias que los pone en la imposibilidad de competir y la inminente amenaza de una quiebra total de las precarias economías de los productores peruanos que en su mayoría son parceleros no asociados, o sea pequeños o medianos productores, situación muy desventajosa que los mantiene postrados en decadente pobreza. Son 2.4 millones de toneladas que están ingresando de ese país, con lo que se liquida todo intento de mejorar nuestra producción arrocera nacional y los congresistas siguen aplaudiendo a la selección, centrados en la sanción a Kenji, los DE MI TIERRA, preparando sus campañas electorales. Mira bien campesino cómo te tratan ¡Desprécialos con tu voto!...
Nororientalmente...
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