Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 18 de diciembre de 2017

COMO PARA NO CREER

  Hasta antes de la llegada de los españoles el Tahuantinsuyo tenía una población de 12 millones de habitantes, según datos históricos. Claro que esa población estaba distribuída en lo que ahora son paises de Ecuador, Bolivia, parte de Chile y parte de Argentina; pero que a su vez se equilibra con los pueblos amazónicos a cuyos territorios, casi  como ahora, los censadores no pudieron ni pueden ingresar.
  El asunto es que esa millonada de pobladores  estuvieron asentados en extensas ciudades, como Jauja, Cusco, Chan Chan, Caral, toda la costa norte del país, etc.   Llegan los intrusos, las saquean, someten a sus pobaldores matando a la mayoría, destruyen sus edificaciones y las dejan en ruinas. Esas ruinas en más de 500 años, se fueron enterrando en los arenales o en los bosques de las montañas.
  CURIOSAMENTE, en este último siglo, varios descendientes de los que nos conquistaron y destruyeron nutras ciudades antiguas, ahora empiezan a desenterrarlas en el marco de la ciencia llamada ARQUEOLOGIA y empieza a hablarse y publicarse de «grandes descubrimientos» de yacimientos arqueológicos; casi todos, profanados o saqueados desde  que nos visitaron aquellos asaltantes europeos y LO MÁS CURIOSO DE TODO, es que ahora hay que pagar para mirar o conocer las desgracias que nos causaron y no faltan por allí los «guias» de turismo que saben tanto de lo que muestran que nada concreto aportan, como por ejemplo si Ud. visita Kuélap o Chachán.
 Desgraciadamente están están amaestrados que solamente «enseñan» o comentan de las RUINAS; menos de los que las ARRUINARON que siguen pasando por desapercibidos; porque en el fondo, los descendientes de aquellos jamás van a «chocar» con los abuelos de sus tatarabuelos. Por nuestra parte seguimos pensando que cada vez que tengamos ante nuestros ojos lo que hoy se llaman ruinas o restos arqueológicos, debe ser motivo de enorme indignación y meditación por la forma cómo se destruyó a nuestra raza, la dueña de este territorio de la que descendemos desde el fondo de nuestro pasado.
Salvo mejor parecer...

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