CAJAMARCA.-(Corresponsal) El presidente del Patronato es el Ing. Agrónomo Walter Chávez Bríones, que como carta de presentación tiene en su currículum haber sido jefe de Foncodes en el gobierno del Dr. Alejandro Toledo y actualmente emisario ad-hoc de la minera Yanacocha.
La coronación de la SEÑORITA CARNAVAL 2011 Jimena Alarcón Sánchez, se efectuó en el coliseo «CESAR NARVAEZ» con dos horas de retraso (10 p.m.) ante la rechifla retumbante de un inquieto público. La coronación de la REINA INFANTIL y la imposición de la banda no lo hizo su antecesora, si no una de las anfitrionas.
El carnaval estuvo plagado de robos, reboso y pillerías, con muchas redadas que alborotaron al público visitante especialmente, ocasionando abiertas y fuertes maldiciones contra el Patronato.
Cuando se efectuaba el tan esperado corso, empezaron a lanzarle globos con agua a la reina de carnaval y momentos despu´ñes fue atacada por sujetos descontrolados por el licor o por las drogas, obligándola a bajarse del carro alegórico para ponerse a buen recaudo. La protección y seguridad por parte de la empresa organizadora fue lo que menos hubo, pese a los cobros que se hicieron, ese dinero no se sabe para qué fue utilizado. Tal evento ha sido catalogado por los cajamarquinos como uno de los más caóticos de la historia carnavalera de Cajamarca. Fueron 8 horas de caótico recorrido que rayaron en la monotonía, arrancando pifias, insultos y groseras expresiones del público contra los organizadores por el pésimo espectáculo mezclado con un interminable desfile de vendedores ambulantes que convirtieron a la vía de evitamiento en un mercadillo en el que se ofertaba desde cerveza, plásticos, cebiches, golosinas, gaseosas y hasta condones «por lo bajo».
Como se sabe, el presidente del Patronato es también Gerente del Medio Ambiente, gracias a los buenos oficios y padrinazgo de su primo regidor el ex-policía Víctor Portal Chávez y en el corso hizo desfilar a las amigas de su esposa, lo mismo que a los de su entorno, que no les fue tan bien que se diga; porque fueron el blanco de los insultos y rechiflas del enardecido público que jamás esperó tan decepcionante espectáculo. Cabe destacar que el señor Chávez, nunca se le vio participar en estos eventos y mucho menos formar parte de los grupos carnavaleros de algún barrio de la ciudad, por decoro debió ponerse a un costado, conforme se lo dijo un sector del periodismo no mermelero de Cajamarca; pero salió con las suyas y ha hundido el enorme prestigio que tenían estas celebraciones que cada año solían ser una fuente muy importante de ingresos para las empresas hoteleras dedicadas al turismo en esta afamada ciudad andina.
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