En la medida que «calienta» la campaña y se acerca el día de las elecciones, estamos viendo cosas y escenas, hasta increíbles.
Por ejemplo, ese cruce de chacotazos en las redes sociales de fanáticos y fanáticas que le buscan la sin razón a los candidatos con los que no están de acuerdo. Los llamados «memes», las fotos o videos dizqué escondidos o guardados que recién empiezan a desempolvarlos, grabaciones suspicaces; como cuando le sacan brillo a cualquier error de dicción, mal paso, resbalón, gesto o palabra mal dicha del candidato que no es del agrado del partidario, etc., las réplicas y contra réplicas de cada bando político, todo ello, es muy agradable ver, o enterarse que también ciertos medios de prensa con algunos de sus periodistas, que tienen sus corazoncitos en campaña también, empiezan a «florear» a cada candidato.
Si a esto le agregamos cuando llega en gira uno de los candidatos, el despliegue de fanáticos se intensifica, se ponen como en DÍA DE FIESTA. Esas paredes y todo espacio en libre que pueda servir para colocar afiches o murales, se convierte en rompecabezas para los transeúntes, tanto, que ya no se dan tiempo para leer lo que expresan y qué decir de los equipos de sonido rodantes...
Pero lo más espectacular es que para todos hay público en sus convocatorias para llenar tribunas. No se sabe si remunerados o gratis, lo cierto es que en nuestro país, tenemos público para todos los espectáculos, tan igual como cuando en el campo el pastor de rebaños reúne a sus ovejas o a sus reses y se ven las manadas agruparse en torno a quien los llama, arrea o recluta.
Todo lo antes dicho, es para dejar constancia que escenas o espectáculos como éstos, SOLAMENTE se dan en países donde el nivel cultural es de mediano hacia abajo. ¡Una verdadera tragedia !!!
Salvo mejor parecer...
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