Saludamos la entereza del Dr. Anibal Balcázar Torrejón, por la valentía de expresar lo que muchos callan; aunque con las debidas excepciones de honorables profesionales que en el anonimato cumplen denodadamente con el juramento Hipocrático de su profesión.
La presente denuncia se centra en la proliferación de consultorios y las mal LLAMADAS «CLÍNICAS» PARTICULARES, que como ya se ha denunciado y diversos medios han informado de cierres y clausuras, sanciones que en nada contribuyen a evitar que los pacientes sean considerados como una mercadería y un disputable negocio.
Por ejemplo esta semana falleció una paciente que fue evacuada de una «clínica particular» de BAGUA GRANDE, en la que después de pasarle los «rigurosos» chequeos eco gráficos, no se percataron que uno de sus intestinos estuvo perforado, colapsando e infectando todas las visceras y falleció llegando a Jaén; pero eso es solamente uno de los tantos casos, que desde luego cuentan con la complicidad del mal llamado «espíritu de cuerpo» y entre colegas se dan la mano, diagnosticando «paro respiratorio», «paro cardiovascular», «derrame», etc. y no pasa nada. El negocio de la salud con los pacientes generalmente de condición humilde es imparable e incontrolable.
Es relevante cuando afirma el Dr. Aníbal Balcázar, que «todo esto con el beneplácito de las autoridades de Salud y muchos trabajadores del MINSA que colaboran alegremente con ellos».
Pero eso no es todo
LAS BOTICAS Y FARMACIAS
No solamente en Jaén, también en otras ciudades de esta región, como que los enfermos salieron de sus escondites, si recordamos hasta hace algunos años, las boticas o farmacias eran muy pocas, habían las llamadas «de turno». Ahora esas ya no existen y en cada cuadra usted encuentra farmacias o boticas al paso y en abierta competencia con el precio de los medicamentos, como que los enfermos o pacientes se incrementaran cada día. Un poco más y colocan sus medicamentos a exhibir en las veredas. A la par de las farmacias están las «clínicas».
Es decir, el más grande negocio con la salud; no en vano, como resultado de estos negocios de la vida o de la muerte también se incrementaron las agencias funerarias cuyos agentes o enganchadores están merodeando el hospital o las clínicas inclusive antes que muera el paciente, ya quieren enterrarlo y en EL CEMENTERIO ¡Ni hablar!. Quienes viven en la calle principal que conduce al camposanto de Fila Alta, por ejemplo, comentan que hasta hace pocos años, «de vez en cuando pasaba un cortejo fúnebre para enterrar un muerto; pero ahora, todos los días y no solamente un muerto, hay días que pasan hasta tres cortejos....»!Increible; pero cierto!.
Pues con tantos médicos, clínicas y policlíni cos, farmacias y boticas, se suponía que los enfermos y enfermedades deberían estar controlados; pero la simple lógica nos lleva a la dolorosa realidad que es todo lo contrario y como dice el Dr. Balcázar Torrejón «todo esto con el beneplácito del MINSA y muchos trabajadores que alegremente colaboran».
La pregunta es ¿Quiénes son los que más mueren por enfermedades y medicinas de negocio? Precisamente los más necesitados.
Esta es la realidad que la mayoría guarda en silencio y prefieren publicitar los encuentros futboleros, antes que ésto.
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