En primer lugar, el término «lanchada», tiene su origen en los tiempos cuando el presidio frente al Callao en la isla EL FRONTÓN, era uno de los más temibles o temidos presidios del país, después del SEPA en lo que era antes la temible selva del ahora VRAEM que ya nada tiene de temible y está todo invadido por cocaleros.
La palabra LANCHADA, deriva cuando las cárceles de Lima o provincias estaban saturadas, los presos eran llevados al puerto del Callao en el embarcadero LA PUNTA, alli los subían en una lancha del ejército bien resguardados con escenas desgarradoras de las familias porque muchos de los que iban al FRONTÓN ya no regresaban vivos.
El sólo mencionar la palabra «lanchada» en las cárceles, era motivo de pánico. Tal tradición queda en los internos de las cárceles del país que el INPE ahora, se ve en la necesidad de moverlos o removerlos, generalmente por dos motivos: 1).- Exceso de internos en el penal y 2).- Por razones de seguridad o disciplina.
Claro está, ahora ya no se usan las lacnhas, porque tampoco existe EL FRONTON como presidio, hoy se usan los vehículos blindados especiales del INPE u otros, cuando los internos son pocos; pero en la reciente lanchada que ha sido a nivel nacional, las removidas de presos ha sido intensa, teniendo en cuenta que nuestras cárceles sobrepasan los 50 mil internos, la clasificación en categorías facilita sus reacomodos o reubica ciones, siendo los penales más temidos Challapalca a más de 3,500 metros de altura, Huacariz en Caja marca, etc. Las cárceles de Jaén o Bagua Grande y hasta la de Huancas en Chachapoyas, los internos ranqueados las califican como «pensión para señoritas», debido a las goyerías, tranquilidad y poco hacinamiento.
No obstante, los internos terribles están en todas partes y por ellos se producen generalmente estas movidas.
Las lanchadas son sorpresivas, después de la media noche, los sacan de sus celdas, los hacen formar, con lo que tienen a la mano, no les dan tiempo ni para despedirse de sus compañeros, ocasionando desajustes en los internos y en sus familiares; por eso las protestas en las afueras de las cárceles.
Lo curioso de estas lanchadas es que la tranquilidad del penal de HUANCAS en Chachapoyas de pronto se ha visto turbada, al enterarse que a esa cárcel llevaron internos de Peidras Gordas y Lurigancho, curiosamente ha motivado airadas protestas de los pobladores ronderos que se oponen a la llegada de presos de Lurigancho, lo que difícilmente será aceptado por el Ministerio del Interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario