El miércoles 10 último, cogió por sorpresa a los viajeros de la ruta FBT, en el conocido sector Cuyca-Chiple.
Las escenas dramáticas y muy riesgosas fueron casi las mismas de todo el tiempo, que para quienes ya estamos acostumbrados a los embates del tiempo, casi no causan extrañeza; lo que no podíamos explicarnos es la temeridad de algunas madres de familia que con censurable candidez cogían a sus hijos de la mano o en sus brazos para cruzar el fango, sin imaginar que en estas circunstancias los desprendimientos o avenidas de la llamada chufla, no avisan, por lo que como ocasionales espectadores, sólo nos quedaba rezar para que eso no suceda.
Consideramos que la POLICÍA, que oprtunamente estuvo en esos lugares, debe asumir su rol de orientadores para prevenir desgracias posteriores.
Pero este sector no ha sido el único en recibir «notificación» para la temporada que se avecina; los más castigados sigue siendo los pueblos de la ruta Imaza-Nieva, que hasta el cierre de la presente permanecían totalmente aislados.
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