Definitivamente en las elecciones de segunda vuelta, ha quedado a la vista que el Perú se ha dividido en dos: los que apoyan la corrupción y los que esperan se corrija la democracia.
Otra, no podría ser la interpretación de las cifras publicadas por el JNE, en la que se aprecia un porcentaje casi igual entre los dos contendientes; PERO, que ninguno alcanza ni siquiera al 50%, a diferencia de los ANTIVOTOS que han quedado como un grito contundente contra ambos contendores:
Según el cuadro que publicamos, el 26.2% NO VOTÓ POR NINGUNO DE LOS DOS; el 19.7% NO VOTARON; es decir el ausentismo fue enorme y sólo un 5.5% de votos NULOS, lo que nos da una idea nítida del panorama social que se sentirá con todo su peso, a partir del 28 de julio y si a esto le agregamos lo que acaba de declarar la lidereza del Frente amplio, Verónica Mendoza: «NO FORMARÁN PARTE DEL GABINETE OFICIALISTA». Lo que quiere decir que ya se puso a la otra orilla y la situación se pone expectante y no venga la ociosa Keiko Fujimori a vanagloriarse diciendo que tienen el partido más grande del Perú. Lo que equivale a una masturbación politiquera, en vista que se les quemó el pan en la puerta del horno.
De modo que, toca a los peruanos que son más de la mitad, retomar sus posesiones cívicas para no sucumbir ante los chantajes ni las presiones de quienes tienen el poder.
Salvo mejor parecer.
EL DIRECTOR.
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