En la medida que se acerca la fecha anunciada para el inicio de los viajes aéreos Lima-Jaén, que incluyen publicidad principal centrada en los atractivos turísticos de Amazonas, Kuélap y otros, ha motivado la reacción inmediata del FREDICH (Frente de Defensa de los Intereses de Chachapoyas) que está desplegando intensa cruzada con un memorial que ojalá se haya llenado con firmas al cierre de la presente; porque no todos comparten el mismo entusiasmo.El memorial está dirigido al Presidente de la República y esperaban completar dos mil firmas, sin pronóstico halagüeño.
Entre los contenidos de dicho memorial solicitan ampliación de su aeropuerto que tiene una estrecha extensión de apenas 1950 metros, a diferencia de los TRES MIL que tiene el de Shumba-Jaén y que dicho aeropuerto permanece abandonado, sin mantenimiento desde hace más de 37 años (1979).
En nuestra reciente visita a esa ciudad, sectores empeñados en este quehacer empezaban a quejarse de que Jaén les estaría «robando» sus atractivos, como el TELEFÉRICO para Kuélap, sacaban sus cuentas y cálculos en el tiempo que demorarían los visitantes que llegarán por Shumba, el clima caluroso de Jaén, los asaltos y la inseguridad ciudadana, etc; es decir ya empieza los que vulgarmente se llama la cochina competencia; que por lo visto, no les ha permitido enterarse del criterio técnico que tienen los pilotos que se niegan o rehúsan aterrizar en ese aeropuerto, de lo que Jaén, no tiene la culpa.
Pero además, hay otro factor que su chauvinismo no les permite ver y nos referimos a la calidad urbanística, comercial y social que difiere mucho entre ambas ciudades, pues a simple vista Ud. llega a Chachapoyas y literalmente la ruta allí termina, lo que no sucede con Jaén, que es punto estratégico para llegar a la frontera ecuatoriana en tres horas o desplazarse a las comunicades nativas en el mismo tiempo, sin descartar la intensidad de su comercio local, todo lo cual no será fácil consigan nuestros vecinos chachapoyanos con memoriales firmados, lamentando mucho por lo que están sintiendo y lo que puede venirles, cuando literalmente el santito les dé la espalda.
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