PIÉNSELO

  Y miren quien lo dijo: Maximiliano Robespierre, un gobernante de los más duros que tuvo Francia en los inicios de su vida republicana.

 ¿Por qué es importante se mantengan IGNORANTES los gobernados? Hasta necia resulta la pregunta, sin embargo, si se hiciera una estadística real en todo el mundo, el DESHONROSO TERCER LUGAR que ocupamos los peruanos entre los más ignorantes del planeta, es la marca que identifica a todos. De los más de once mil millones de habitantes, sólo una décima parte están entre los menos ignorantes, es decir, son los que se sirven, los que usan al resto para gobernar, no solamente como presidentes, también como empresarios, terratenientes, etc. Cuando repetimos en estas páginas lo que solía decir el literato peruano Manuel González Prada: «EL INDIO RECIBIO LO QUE LE DIERON: FANATISMO Y AGUARDIENTE». Es la PURA VERDAD, allí tenemos el fanatismo de las religiones, para empezar, (lo que no significa que seamos ateos), el otro fanatismo del fútbol, que tampoco nos pone al lado de los antideportistas y lo que ya resulta imparable, las diversiones con su inseparable ingrediente: el licor ¿Quiénes nos ponen el licor? Primero fueron los españoles que desplazaron nuestra chicha por su cañazo, después los otros europeos con su cerveza y tantas otras anestecias para el alma y el cuerpo y alli los tenemos, como basuras humanas, en Jaén, por las calles Marieta y Los Aromos o por los malecones de los puentes, etc., además de chupódromos y huariques sin control. Suficientes analgésicos para seguir obedeciendo al amo. Hasta hoy no hemos tenido un gobernante auténtico que haya querido mantener LIBRES a sus gobernados, sin estos vicios y taras.

              Salvo mejor parecer...