Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

lunes, 21 de octubre de 2013

EDITORIAL


  
Una cachetada al campesino pobre

Aunque la moda es patrimonio generalmente de los poco enterados que imitan a otros por su bajo nivel de autoestima y poniéndose en la onda de la moda creen «nivelarse» para «ser como esos otros».
 En el marco de esta concepción moderna, tan jalada de los pelos directa o indirectamente desde  hace un buen tiempo se viene produciendo una agresión brutal a nuestros campesinos pobres, a esos que se ponen un pantaloncito viejo con remiendos o parches, porque no tienen dinero para comprarse uno nuevo y no por estar «a la moda». Con irrespetuosa perversidad, muchos jovenzuelos y señoritonas a la pobreza de nuestros campesinos la utilizan como una nueva corriente, una nueva moda en la vestimenta, nada más indignante y humillante ver que mientras un pobre DE VERDAD usa sus pantaloncitos con parches, otros, a propósito los compren rotos y parchados desde las fábricas confeccionistas, bueno fuera para relievar la crítica situación de pobreza, si no, para hacer escarnio infligiendo sufrimiento a tantos marginados que no tienen lo suficiente para comprarse pantalones nuevos.
  Si bien es cierto, nuestros campesinos ni siquiera tuvieron capacidad para patentar su pobreza y sacarle provecho con los que se creen estar en «otra onda» de pituquería, indigna ver cómo a manera de la más inhumana burla remedan la pobreza de nuestros  campesinos, lo que prueba la más sólida ignorancia que nos sigue sumiendo en el retraso y la desesperanza, lo que nos permite asegurar con toda certeza que ese estribillo que en el Perú estamos superando el analfabetismo es puro cuento. Habrán muchos que saben leer y escribir, pero existe una inmensa mayoría que siguen exhibiendo su miseria moral.
  Demás está echar una mirada escudriñadora  a las escuelas y colegios en los que se descuida lo elemental en la formación e inspiración de valores. En algunos distritos limeños donde viven las clases pudientes, tal vez exista justificación, por desconocimiento de nuestra realidad campesina; pero ver esos despropósitos en nuestros pueblos?...Es una verdadera lástima y una vergüenza para los peruanos de «adentro».               Nororientalmente: EL DIRECTOR.

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