Lo preocupante aflora cuando palpamos la realidad del panorama de esta ciudad, con un tránsito vehicular caótico, con calles parchadas, con rajaduras y huecos, con una total inseguridad ciudadana que en cualquier momento se produce un asalto y si nos acercamos al centro de la ciudad, los visitantes se interesan por conocer primero sus mercados, empezando por el CENTRAL, totalmente tugurizado, con viejas estructuras que darían vergüenza mostrarlas.Lo mismo con los otros, como el que se ubica en lo que fue el antiguo cementerio donde se procesan aves, cabritos y otros animales convirtiendo a ese lugar en un charco pestilente. que comparados con otras ciudades, nos ponen en la categoría de ALDEA y mejor obviar sus temibles «huecos» o madrigueras ubicados casi en pleno centro de la ciudad. Estas son las vergüenzas que exhibiremos.
Saliendo de la ciudad, si queremos ofrecer atractivos turísticos a esos supuestos 100 mil visitantes, en caso que quieran ir a los emblemáticos Bosques de Huamantanga; la trocha carrozable de acceso es una de las más abandonadas, con tramos muy peligrorosos como el de La Cascarilla-Santa María y de ese lugar a San José, para llegar a la trocha que resulta un verdadero desafío a la vida que dudamos mucho algún visitante se atreva.
Pero cuando se mezcla el optimismo con la demagogia, las mentiras se convierten en verdades y se las venden con maquillajes.
Salvo mejor parecer....
No hay comentarios:
Publicar un comentario