Mataron ahora a un alto funcionario municipal, como mataron a un comunicador, hace ya algunos años y hace poco eliminaron a SEIS ronderos, y si seguimos reseñando, el espacio nos quedará muy reducido en estas páginas. En el primer caso, culparon al Alcalde y en el último, ciertos des- bocados, que están en busca de bonos perdidos, también están culpando al Alcalde y si seguimos con esta CULTURA del DEDO, nadie más tendrá la culpa que EL ALCALDE; por eso, los asesinatos no van a parar y van a continuar, mientras sigamos con un país enfermo y casi agonizante, con gobernantes que
se desvelan y desesperan por LAS INVERSIONES foráneas, retacean nuestro subsuelo y lo siguen vendiendo al mejor postor, con un crecimiento del PRODUCTO BRUTO INTERNO para los reflectores, muy «halagüeño»; pero con una marginación que distancia el abismo entre ricos y pobres, cada vez más abierto y profundo.
En la edición pasada, trasladamos un apunte MUY CONTUNDENTE del Prof. de la Pontificia Universidad Católica Jorge Oscátegui, que es precisamente lo que la mayoría de peruanos pensantes siente y reclama: NO HAY VOLUNTAD POLITICA de combatir la delincuencia, si la hubiera, no se radicalizarían los castigos para los violadores y por otro lado se promulga un decreto «perdonando» a los asesinos (del fujimorismo), tampoco le hubiesen dado libertad al empresario televisivo Crusillat, que se llevó millones de dólares en la venta de su conciencia televisiva y lo que es peor; no se reprimiría tanto a las clases necesitadas con una educacióin mendicante, con escuelas abandonadas fomentando la discriminación con un COLEGIO PRESIDENCIAL.
El docente universitario, recalca que, en las cárceles, solamente están recluídos analfabetos y semi analfabetos; porque si bien es cierto, a nuestros gobernantes les encanta hablar de «combatir el analfabetismo» y llenan de cifras sus informes; pero NO HABLAN DE LA DESER CION ESCOLAR, que es el doble del alfabetismo. Por cada diez que aprenden a leer y escribir, 20 se desertan.
Echarle la culpa a la POLICIA NACIONAL, resulta casi ocioso, nadie podría imaginar a quienes el Estado les otorga el sagrado uniforme y un sueldo para que vivan, podrían ser indiferentes a lo que a delincuencia se refiere. Peor, aún, se viene observando la proliferación de escuelas de policía y mientras sigan con un comando nacional que mira y piensa como su Presidente, vamos a tener que seguir llorando nuestros muertos. NUNCA OLVIDAR los peruanos que el desbarajuste de nuestra POLICIA fue ocasionado por el Dr. García cuando en su primer gobierno fusionó a la policía nacional y «mató» las especialidades, se olvidó que en épocas como éstas, la especialización ES CLAVE y los metió a todos en un solo saco, que como verán su DINOES, su policía DE ELITE, etc., sólo sirven para maquillar los vacíos que deja una gestión gubernamental sin derrotero, ni sendero proyectado. Y no lo decimos por gusto: Existiendo centenares de jóvenes polícías de ambos sexos, se le ocurrió sacar a los que cumplen labores administrativas a las calles, quitarles seguridad a quienes deben estar de algún modo custodiados y dejar el espacio abierto a las empresas que se lucran con los SERVIS de VIGILANTES, en las que pueden hallar ocupación inclusive los delincuentes, puesto que a tales empresas, les interesa incrementar sus ingresos, aunque sus servicios sean NULOS.
A este ritmo que van las cosas, sin la menor voluntad para enderezarlas, no podríamos esperar nada bueno, aparte de pintorescos anuncios periodísticos con las conocidas frases de cliché o casi como slogans comerciales «ya están identificados», «los tenemos cercados», «en 72 horas serán capturados»; etc., lo mismo que se viene diciendo desde hace mucho tiempo en esta ciudad, así como en las otras. Todo ésto, por los mismos motivos que estamos sosteniendo, mientras los que gobiernan al país, no sean más realistas, menos corruptos y más amorosos con la Patria, esto, jamás cambiará y la mejor prueba de lo que decimos, está en lo que venimos sosteniendo desde hace mucho tiempo: ¿Dónde están los que mataron a Pérez Julca? ¿Dónde los que mataron y desaparecieron a un campesino de Puerto ciruelo, a los ronderos de Shumba, etc.? «Ya los tenemos identificados».
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente.
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