Muchos se alistaban para celebrar FIESTAS PATRIAS como ningún año, ante las persistentes señales y evidencias que el presidente Martín Vizcarra, cerraría el Congreso, que es lo que un mayoritario porcentaje de peruanos espera, desea y exige.
Pero el mandatario con mucha cautela tomó otro camino para reconstruir esta descomposición generada en el CONGRESO, convertido en un verdadero antro donde se cocina la podredumbre de una democracia destartalada; desde donde se protegen a los más grandes delincuentes de cuello y corbata que hasta la prensa capitalina tiene reparos en calificarlos y les ha puesto «cuellos blancos», cuando debería ser todo lo contrario.
Se ha tomado el camino sinuoso y pusilánime de subir la empinada cuesta dando muchas vueltas para llegar al mismo sitio y está en ciernes nuevas elecciones en plazos acelerados, por lo que volveremos a tener otra vez más de los mismos en esto que ya se ha vuelto un círculo vicioso: cambian rostros, pero en las estructuras sociales del país NADA CAMBIA y lo curioso es que ya empiezan a barajarse nombres y publicitarse rostros. OJO: todos dentro del mismo esquema, dentro de la mismo MOLDE, (modelo le llaman para disimular), a sabiendas que los peruanos ya estamos cansados.
Por nuestra parte lo único que nos causa alivio y esperamos así sea, NUNCA MÁS volver a ver rostros repelentes como por ejemplo de un delincuente (así le gritaron ayer) HÉCTOR BECERRIL, la de doña ROSA BARTRA tan repelente que si estuviera en el campo, ni los mosquitos o zancudos se le acercan, y de LUZ SALGADO llena de cinismo, peor del payaso MAURICIO MULDER, KARINA BETETA, entre otros tantos que nos faltaría espacio para mencionarlos aquí.
Es lo único que nos motiva alivio, puesto que no esperamos cambios saludables dentro de esta ruta marcada por una Constitución a la medida de los delincuentes.
Salvo mejor parecer: EL DIRECTOR.
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